El asunto más destacado del pleno del mes de noviembre, el último con carácter ordinario del año, ha sido, sin duda, la aprobación inicial de una modificación puntual de elementos del PGOU que habilita cinco zonas en el municipio donde se podrán construir torres de hasta 150 metros de altura, lo que equivale a unas 50 plantas.
Este cambio en la normativa se produce "ad hoc", como consecuencia de los proyectos empresariales que se han planteando ante Urbanismo e, incluso, también a algunos de los grupos de la oposición.
Según ha explicado el concejal del ramo, Pablo Moro, se permitirán este tipo de edificaciones en algura en cinco zonas del municipio, dos en Guadaiza, Río Verde, La Gitana (carretera de Istán) y el Realejo (zona de Los Monteros).
La altura mínima será de 20 plantas, mientras que la máxima llegará hasta 150 metros sobre el nivel del mar, por lo que podrían alcanzar a nivel teórico hasta 50 plantas. Se establece una cesión del 40% de la superficie de la parcela para uso público.
Esta será la normativa, pero Moro detalló que en la práctica no existirán tantas alturas. Según dijo, en Realejo habrá una torre con 28 plantas, ya que la cota sobre el nivel del mar es de 45 metros. En La Gitana el rascacielos tendrá 30 pisos como máximo, mientras que en Guadaiza será la zona donde más se elevarán, hasta las 36 plantas.
Pablo Moro ha explicado en el pleno que "hablar de Benidorm es hacer demagogia, ya que se parece a Marbella como un huevo a una castaña y así va a continuar". En su opinión, las cinco construcciones estarán separadas por varios kilómetros y no romperán la línea visual respecto a la sierra y al pico de La Cocha.
"Serán elementos icónicos, con el diseño que el municipio requiere, que no romperán el modelo de ciudad sino que será un foco de atracción y generarán empleo", añadió el concejal.
Su opinión y la del Equipo de Gobierno no la ha compartido ninguno de los grupos de la oposición. Todos han votado en contra. Enrique Monterroso (IU) ha dicho que estos proyectos "rompen con las previsiones del PGOU y con el modelo de desarrollo urbanístico tradicional del municipio".
"Así empezó la costa alicantina, pero Marbella es otra cosa, con su tipología andaluza", explicó, y pidió que se haga un debate sobre esta iniciativa que "cambia el modelo turísticio y ambiental".
El portavoz de Opción Sampedreña (OSP) , Rafael Piña, criticó la utilidad que tiene el PGOU. "En manos de este Equipo de Gobierno no sirve para nada", dijo, y denunció que "llega alguien y quiere hacer un bloque y se lo cambian a medida".
También puso en duda que estas torres generen empleo y se preguntó si lo que se busca es que Marbella se parezca a lugar como Torremolinos, El Ejido o Benidorm. "Ahora dicen que son cinco zonas, quién nos dice que luego no serán diez o veinte", explicó.
"Gobiernan para los promotores", añadió y criticó el daño que se le va a hacer al valle del Guadaiza en San Pedro Alcántara.
Desde el PSOE intervino la concejal Isabel Pérez quien recordó que "Marbella ha sufrido un urbanismo sin previsión y todavía existe una gran falta de equipamientos, esto es una vuelta de tuerca más".
Recordó que Benidorm también es conocido por su paseo marítimo, obra del arquitecto Carlos Ferrater, con el que los socialistas se reunieron en la pasada campaña electoral y le propusieron encargarse de la cubierta del soterramiento. Al igual que el resto de grupos también pidió un amplio debate sobre la construcción de estas cinco torres.
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