La virtud del cadete 98 "B" del CB Marbella es el juego en equipo

El grupo de jugadores que forma el cadete 98 "B" del CB Marbella ha evolucionado mucho durante la última temporada. La campaña pasada, el técnico José Manuel Burgos empezó con un grupo de niños que no consiguieron quedarse en el otro cadete y con otros jugadores que llegaban desde las escuelas de formación. "Fue un año complicado porque era un grupo descompensado con niños que sabían jugar y otros que no, pero hicieron un trabajo muy bueno a nivel de equipo".

Jugar en equipo es la esencia y la principal virtud de un grupo de jugadores que "no dependen de un jugador concreto, sino que el trabajo de todos y la sima de todos hace que juguen bien". La evolución que ha experimentado el grupo en solo una temporada "ha sido muy buena".

El técnico reocnoce que "hacer grupo es lo más complicado, cada niño es diferente y hay que trabajar el grupo, ser muy pedagogo y enseñrles los valores al respeto, la disciplina, la unidad y el trabajo en equipo".

Burgos recuerda que "la temporada pasada trabajamos una base sólida y lo primero que hicimos es intentar que se hicieran amigos y a partir de ahí trabajar el grupo a nivel de equipo". Este año el equipo ha trabajado mucho tácticamente el equipo y han mejorado hasta el punto de competir en todos los partidos que han disputado esta temporada.

"Es un grupo fantástico, se llevan todos fenomenal y tienen mucha actitud a la hora de jugar. Suplen las carencias técnicas que puedan tener con actitud y poniéndole muchas ganas en la pista", explica José Manuel Burgos, quien destaca también el amor propio de sus jugadores "les duelen mucho las derrotas".

Esta temporada el equipo está compitiendo a muy bien nivel "están haciendo muy buen papel y vamos a jugar los pla-off", apunta Burgos, quien destaca que "el objetivo ya lo hemos cumplido esta temporada con entrar en los play-off, ahora buscamos mejorar todo lo posible".

Tras la gran mejora que ha tenido el equipo esta campaña, José Manuel Burgos insite en que "han mejorado en técnica y conceptos y cuando lleguen a júnior el año que vienen tendrán una base sólida para que compitan y se diviertan jugando al baloncesto".

En el equipo Kike De Ridder destaca por su actitud a la hora de jugar y su gran nivel defensivo. Adrián García es un jugador muy alto que juega muy bien por fuera y Ángel García es un jugador físicamente imponente. Burgos destaca que Miguel Olid "es todo pundonor y actitud, el alma del equipo". Diego Naranjo es un jugador que llegó desde las escuelas ha evolucionado mucho y que tiene mucha inteligencia a la hora de jugar.

Rubén Rosales se ha adaptado muy bien a la posición de base y es uno de los puntales del equipo, al igual que su hermano David Rosales, que es muy bueno en el tiro y tiene mucha cabeza a la hora de jugar. Pablo Gómez es otro jugador muy fuerte físicamente y que es muy potente para capturar rebotes tanto ofensivos como defensivos.

Fran Hidalgo es "nuestro bastión en ataque tanto en rebote como en la anotación". El equipo lo completa Dani Picazo, un jugador de 1,88 metros que es muy trabajador y que "aún tiene mucho que dar".