A vueltas con el nuevo estadio de Marbella

Seguimos a vueltas con el estadio de Marbella, desde aquel mes de julio de 2020 en Puerto Banús, cuando nos presentaron el célebre "mini Bernabéu", una iniciativa privada que dio la vuelta a España y que aquí nos recordó al proyecto de La Bajadilla, ambos con el mismo fin, nada. 

Vamos para cuatro años y no es que estemos igual que entonces, es que estamos peor, porque el viejo estadio se cerró en mayo de 2021.

Poco después, en agosto, solo había pasado un año, se dio carpetazo a aquel para anunciar otro distinto, que se dijo contaría con financiación pública, aspecto que ya entonces sonaba a mentira.

Vamos a analizar en qué punto estamos en todo este culebrón, lleno de bandazos, en el que todavía hay más sombras que luces. 

EL PROYECTO: el Ayuntamiento convocó en febrero de 2022 un concurso de ideas para elegir a la empresa que iba a crear el nuevo estadio. En julio de ese año, se anunció que sería Huete Arquitectos. La alcaldesa dijo entonces que en tres meses estaría listo el proyecto. Ha pasado más de año y medio y seguimos sin tenerlo o, al menos, sin conocerlo, porque no se ha presentado públicamente. 

INVERSIÓN: tras la intención inicial, expresada por la alcaldesa a principios de 2022 de contar con financiación pública, finalmente, en un nuevo giro, se volvió a optar por la privada, como en 2020, de nuevo con el Marbella FC y su empresa propietaria. Inicialmente se habló de 18 millones de euros, aunque a día de hoy tampoco sabemos cuánto dinero costará el nuevo estadio. 

URBANISMO: para garantizar el retorno a la inversión privada, se prevé que junto al estadio pueda ir un hotel o una zona comercial. Es un asunto del que nada se ha explicado, pero, para ello, el Ayuntamiento acaba de aprobar una modificación de las normas urbanísticas del Plan General de 1986. La parcela está calificada como equipamiento, por lo que solo tiene uso público, aunque a raíz de este cambio a la carta se podrían añadir otras posibilidades. 

FÓRMULA ADMINISTRATIVA: para que el Marbella FC, a través de los inversores que considere oportuno, pueda construir el estadio, necesita tener la disponibilidad sobre los terrenos. Es un asunto sin resolver desde 2020. Lo más normal sería sacar una concesión administrativa a concurso público, de forma abierta, por un periodo amplio de años. En cambio, siempre se ha especulado con hacerlo a dedo, lo que presenta muchas dudas. En su día se quiso justificar por "interés general". De momento, se deconoce qué tiene previsto el Ayuntamiento, aunque es un tema crucial. 

DEMOLICIÓN: la alcaldesa dijo en el verano de 2022 que se esperaría hasta septiembre de 2023 para echar abajo el viejo estadio. No se ha hecho y no hay noticias sobre nuevos plazos. Otra opción es que sea el Marbella FC el que se ocupe también de la demolición, pero para ello necesita primero tener la concesión sobre la parcela, enlazando con la explicación anterior. El Ayuntamiento sí puede derribarlo en cualquier momento, afrontando el coste. 

COSTE CERO: en el pasado pleno ordinario del Ayuntamiento, el concejal de Deportes dijo que el objetivo era que el nuevo estadio saliera a "coste cero" para las arcas municipales. Suena, salvando las distancias, como la Fórmula 1 en Madrid. Lo cierto es que ya se ha gastado un millón de euros para la redacción del proyecto y la dirección de obra. Y otro coste, importante, sería dejar en manos privadas una gran parcela pública en una zona muy céntrica de la ciudad. 

MARBELLA FC - BEST OF YOU: el Marbella FC es una empresa, una sociedad anónima deportiva, gestionada a su vez por otra empresa, Best of You, que ya se ha gastado un montón de millones de euros en la entidad desde su llegada a finales de 2018. Es razonable que quieran encontrar un retorno y su objetivo evidente es construir el nuevo estadio, por eso siguen aquí. Como empresarios tienen intereses lícitos, pero es el Ayuntamiento el que debe hacerlos compatibles con los de todos los vecinos.  

TRANSPARENCIA: debería ser la clave de toda esta historia, pero brilla por su ausencia. El Ayuntamiento no ha explicado prácticamente nada y se han dado muchos bandazos. Un proyecto de este tipo necesita transparencia y que se le detalle al máximo a la ciudadanía qué es lo que se va a hacer. Eso no ha ocurrido en estos cuatro años y es el principal déficit con que cuenta este proyecto ya desde los tiempos del "mini Bernabéu" que nos recordó a La Bajadilla.