Qué tiempos aquellos en los que Marbella fue designada 'Ciudad Europea del Deporte', como si aquí pudiésemos presumir de algo en esta materia. Pero lo malo no es que así fuera entonces, en 2009, sino que diez años después estamos igual o quizá hasta peor. A alguien se le debería caer la cara al suelo de vergüenza, si la tuviera, claro, y los vecinos deberíamos haber dicho ya ¡basta!, pero en cambio sigue gobernando la misma persona.
Durante años hemos sufrido el bochorno de que nuestro equipo de waterpolo tuviera que jugar sus partidos como local en Torremolinos o en Torre del Mar, mientras aquí se privatizaba la piscina para dar negocio a una empresa.
Ahora, este pasado fin de semana hemos vivido otro de esos episodios que quedarán para la crónica negra del deporte local cuando el Club Baloncesto Marbella ha tenido que empezar la temporada como local en el pabellón de Benahavís.
No lo ha hecho en una competición cualquiera, sino en
LEB Plata, la tercera categoría nacional en importancia, en la que, además, se medirá a equipos de media España.
Más allá de que el proyecto de este club surja de un capricho personal y, por tanto, con pies de barro, sin que esté claro si tiene el apoyo económico necesario, resulta triste que Marbella no pueda aspirar a tener un buen equipo de baloncesto por sus pésimas instalaciones.
Lo mismo pasa con el fútbol, que en este caso sí tiene un inversor fuerte y con ganas de aspirar a cotas mayores, pero que se encuentra igualmente con el lastre de un estadio vetusto y ruinoso.
Se podrían poner más ejemplo, pero creo que, a estas alturas, todo el mundo conoce de sobra las carencias que tiene el municipio en instalaciones deportivas y también que se no le ha puesto solución.
Y, ¿a quién echamos la culpa? Parece claro. Desde 2007 gobierna
Ángeles Muñoz, quien, con el parón de dos años del tripartito, acumula ya diez en el poder y poco o nada ha hecho nunca en materia deportiva.
Pese a ello sigue en la Alcaldía, con lo que se podría deducir que el deporte tampoco es un asunto prioritario para los vecinos del municipio, o al menos hay otros a la hora de acudir a las urnas.
El estadio de atletismo de La Nucía (Alicante).
Pero no ocurre igual en otros lugares, quizá aquí seamos distintos. Hace unas semanas se disputó el Campeonato de España de atletismo en
La Nucía, un pequeño municipio de apenas 20.000 habitantes, muy cercano a Benidorm, donde gobierna el mismo alcalde del PP desde 2001.
En Marbella tenemos una pista de atletismo sin la cuerda reglamentaria en la que, por tanto, no se pueden realizar competiciones oficiales. En La Nucía, lo vio toda España por televisión, tienen un espectacular estadio de atletismo recién inaugurado.
Aquí fuimos 'Ciudad Europea del Deporte' en 2009 con un título que producía risa, allí apuestan por la marca 'La Nucía, Ciudad del Deporte' con una instalaciones espectaculares que se pueden ver en
este vídeo y comparar con las nuestras.
Da mucha envidia, de la buena, ver lo que hacen en otros lugares, La Nucía solo es un ejemplo. Pero aquí apostamos por llenar las calles de flores, que está muy bien, pero no cuando hay otras necesidades, creo, más importantes.
Y surge la misma pregunta que cuando la
Copa Davis. ¿Realmente en Marbella preferimos gastar 1,8 millones de euros para que la
Solheim Cup de golf se juegue quizá en Benahavís antes que invertir en instalaciones?