Esta semana se han desvelado nuevos aspectos sobre el proyecto para dotar a Marbella de un estadio de fútbol, que sigue recordando al de ampliación del puerto de La Bajadilla. Hay muchos detalles que chirrían, sobre todo por ver cómo se intenta otra vez retorcer la ley en una ciudad con un pasado tan amplio en saltársela. Estamos ante el caso único de un negocio sin ánimo de lucro.
Hace dos meses, ya analicé en
otro artículo en qué punto estábamos con el nuevo estadio, del que hoy tenemos algo más de información, que no toda, porque la falta de transparencia continúa siendo la tónica.
Se supone que el proyecto está ya terminado, aunque no se ha enseñado ninguna imagen de cómo será el estadio. Lo que sí sabemos es que ha habido muchos cambios sobre aquel
concurso de ideas que cuesta todavía entender para qué se hizo, salvo para perder el tiempo.
Es bueno recordar que en
julio de 2020 ya se presentó una iniciativa para dotar a Marbella de un estadio, el llamado "mini Bernabéu".
A ese proyecto, se le dio carpetazo
un año después, cuando se decidió cerrar el Municipal Lorenzo Cuevas tras los últimos desprendimientos en las gradas.
Dijo entonces la alcaldesa que había que hacer otro proyecto más rápido, de 11 millones de euros, del que se iba a
encargar el Ayuntamiento con ayuda de otras administraciones, y anunció un concurso de ideas que, cuando se puso en marcha, preveía un proyecto de 18 millones de euros.
Pues resulta que tres años después, cuatro desde la presentación en Puerto Banús, estamos en el
mismo punto: otro "mini Bernabéu' de
130 millones, con financiación privada, que va a hacer la misma empresa.
Para este viaje no hacían falta tantas alforjas, que dice el refrán castellano y, si aquel proyecto ya sonó a una nueva Bajadilla, este más todavía.
La diferencia es que ahora nos lo quieren vender como la iniciativa de una ONG, cuando, como entonces, es un
proyecto empresarial, para ganar dinero. Por eso sigue aquí la empresa Best of You gestionando el Marbella FC.
Pese a que esto está muy claro, nos dicen que es una
iniciativa sin ánimo de lucro, con interés social y que el estadio va a ser "de todos".
¿Por qué este cuento chino? Porque van a hacer una
concesión a dedo de suelo municipal al Marbella FC, sin concurso público.
El artículo 93 de la
Ley de Patrimonio es claro: "el otorgamiento de concesiones sobre bienes de dominio público se efectuará en régimen de concurrrencia".
Eso sí, abre una puerta a que se hagan también de
forma directa. Esas excepciones se detallan en el artículo 137.4 de la misma ley.
Entre ellas, se permitirá cuando el solicitante sea "una entidad
sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública, o una iglesia, confesión o comunidad religiosa legalmente reconocida".
Retorciendo al máximo la normativa, el Ayuntamiento de Marbella hará la concesión del estadio a la
Fundación del Marbella FC, que fue creada en 2017 durante la etapa como presidente de Alexander Grinberg.
Su objetivo principal era
gestionar la cantera del club y poder obtener la cesión gratuita de las instalaciones municipales para que jugaran los chavales tras la conversión del club en sociedad anónima deportiva.
Ahora, según nos cuenta, entre sus fines estará la construcción de un estadio de 130 millones de euros, captando la inversión necesaria y recurriendo a financiación bancaria, y la posterior explotación de esas instalaciones, incluida
una zona comercial y un hotel.
El estadio se plantea para hacer negocio durante 75 años, es evidente, y, como no puede ser de otra manera, Esteban Granero, responsable del Marbella FC, lo reconoció el pasado jueves en la rueda de prensa.
"La Fundación va a gestionar y se apoyará en empresas especializadas que hagan que cada una de las
verticales de negocio sean óptimas", dijo.
"Nosotros (Best of You) vamos a estar participando de forma importante, habrá otros inversores porque hay otras
líneas de negocio que así lo requieren", añadió.
Nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino en una ciudad con un pasado lleno de
ilegalidades que, pese al paso de los años, parece que siempre vuelve.
La ley permite entregar suelo público para que empresas hagan negocio, pero debe hacerse en
concurso público, no buscando fórmulas, como mínimo forzadas, ya veremos si incluso ilegales, que solo transmiten sensación de trapicheo.
Marbella necesita un estadio y siempre he tenido claro que solo puede conseguirlo con financiación privada ante la incapacidad de la alcaldesa. Pero es necesario no tomar el pelo a la ciudadanía, ni con
megaproyectos ni con chanchullos.
De verdad quiero pensar que Marbella puede tener algún día unas instalaciones deportivas dignas, incluido un estadio, pero mira que lo ponen difícil.