Vaya por delante que la necesidad de buscar algún sistema para conseguir estabilizar la arena de las playas de Marbella y San Pedro Alcántara es una necesidad urgente, pero no de ahora, sino desde hace muchos años. No admite discusión reclamarlo al Gobierno con la máxima insistencia. Lo curioso es que no se haya hecho también antes y la actual protesta "apolítica" esté dirigida por alguien que fue en la lista del PP en las pasadas elecciones.
No hay ningún problema en que un partido político, o varios,
movilicen a la ciudadanía y organicen manifestaciones y protestas. Lo que no es lícito es que se coloquen detrás, se escondan, y no quieran dar la cara.
Es lo que ha ocurrido este domingo con la
'Marcha por las Playas de Marbella', tras la que, evidentemente, estaba el PP y Ángeles Muñoz, pero que han querido presentar como "apolítica", una palabra que esta mañana se repetía mucho.
Ahí es cuando surge el engaño, la mentira y
se pierde toda credibilidad. Nadie duda de la necesidad de estabilizar el litoral, pero ¿por qué aparecen ahora las prisas?
La respuesta es evidente, porque es el PSOE el que está en el Gobierno de España. ¿Cuántos colectivos,
empresariales o ciudadanos, que han apoyado la protesta de hoy se movilizarían si gobernara el PP?
O mejor, preguntemos en pasado: ¿cuántos se movilizaron por las playas durante los
7 años de Mariano Rajoy (2011-2018)? La respuesta es sencilla, ninguno.
Y eso que las promesas empezaron en 2012 para Marbella y en
2013 para San Pedro Alcántara, cuando se decía que
ya estaba todo en marcha, pero lo cierto es que en las playas no hay ni un solo espigón más y estamos ya casi en 2022.
Este domingo resultaba curioso ver a
líderes vecinales, que no se sabe muy bien a cuántos vecinos representan, salir a la calle. Los mismos que nunca han reclamado nada a Ángeles Muñoz, a la que además defienden abiertamente.
Será que en Marbella no hace falta nada, ni
instalaciones deportivas, por ejemplo, ya que nunca las han exigido.
Y los
colectivos empresariales participantes, más de lo mismo. No se les vio cuando los comerciantes y hosteleros del Casco Antiguo de Marbella pedían ayudas al Ayuntamiento para hacer frente a la pandemia.
Es evidente, no hay que darle muchas vueltas. Tras la protesta de esta mañana estaba el PP, que no pasa nada, insisto, pero
no hay que engañar a la ciudadanía.
Aunque bueno, tampoco lo han hecho tanto, porque solo había que ver quién estaba al frente de las operaciones:
Miguel Lima, cargo de confianza en el Ayuntamiento, que no sabe muy bien de qué asesora, pero que cobra 36.000 euros.
Fue, además, el
número 18 en la lista del PP en las pasadas elecciones municipales.
La marcha
ha rozado el pinchazo, con unas 400 personas en una mañana espléndida en la que no había excusas, pero se esperaba más por la gran movilización que han planteado y porque solo hace dos días un temporal arrasó las playas.
Por momentos, la concentración "apolítica" parecía
la convención del PP, hasta con paella popular, y este ha sido el resultado.
Por cierto, a ver si por centrarnos tanto en los espigones, nos olvidamos del
cambio climático, del aumento del nivel del mar y de no construir donde no se debe.