Cuando los recursos son limitados, como es el caso de los que tiene el Ayuntamiento de Marbella, lo ideal es marcar una serie de prioridades para utilizar el dinero del que se dispone. Es una forma de gestionar cuando la mitad de tu presupuesto la tienes que destinar a sueldos para pagar a 4.000 trabajadores y otro montón de millones en contratar empresas porque esos empleados no te llega.
Por ello, resulta muy llamativo ver a
qué se destina en Marbella, un municipio con muchas carencias, el dinero que pagamos todos los vecinos y vecinas con nuestros impuestos.
Esta semana se presentaba el llamado
Parque Mediterráneo, un recinto en la finca del Pinillo en el que se van a invertir
cuatro millones de euros y que ha supuesto arrasar un paraje dunar.
Más allá de la falta de respeto al
medio ambiente se encuentra el destino que se ha dado a esa importante cantidad de dinero, entre otras cosas para pasarelas de madera, sueca o de donde la hayan traído.
Allí se anuncian
pistas para deportes de playa: fútbol, voleibol y balonmano, que está muy bien, pero podrían haberlas hecho en la playa del Cable, donde ya hay una, y no haber destrozado este paraje natural.
Además, volviendo a las prioridades y a los recursos limitados, ¿son las instalaciones deportivas
más necesarias ahora mismo en Marbella?
No podemos olvidar que estamos
sin pista de atletismo, ni larga ni corta,
sin estadio y
sin piscina olímpica que permita a nuestros equipos de waterpolo no tener que ir a jugar como locales a Fuengirola o a Algeciras.
Quizá, solo quizá, lo ideal sería resolver primero estas carencias y después seguir con otro tipo de deportes. Eso sí, también quiero decirlo, tenemos la primera pista en el mundo de
botifront. Ahí es nada.
En el Pinillo va también un
gran aparcamiento con 260 plazas, dicen, porque aquello, por lo visto, va a ser tener una gran afluencia.
Y claro, hay a quien se le ocurre que ese párking le puede venir muy bien
a la discoteca Opium, que está al lado. No lo creo, que mira hay gente malpensada.
Y como esto va de prioridades, también me llama mucho la atención la inversión de casi dos millones de euros en el
Camino de los Pescadores de Marbella.
Otro dineral para mejorar el saneamiento en una zona donde viven tres o cuatros vecinos, mientras se deja fuera a todas las
urbanizaciones colindantes, que seguirán utilizando fosas sépticas.
Difícil de entender, aunque cuando visitas la zona te dicen que las tuberías van hacia otras
urbanizaciones lujosas al norte y tampoco quiero pensar que estemos utilizando dinero público para intereses particulares, seguro que no.
Y ya puestos, podemos recordar las
obras en la carretera de Istán, donde tampoco es haya muchas viviendas, a las que se destinan más de cuatro millones de euros.
Allí se ha hecho otra escabechina medio ambiental, en este caso con
tala de árboles, para una actuación que ¿a quién beneficia?
Cuentan las malas lenguas que en la zona, un conocido promotor amigo de las altas esferas locales, tiene previsto hacer
una urbanización de lujo. Si es así, que lo desconozco, lo veremos y será la prueba del algodón.
Al final, son tres actuaciones, que suman
10 millones de euros, con lo que había dado para solventar muchas de las necesidades urgentes del municipio y que afectan a muchos más ciudadanos. Cuestión de prioridades.