En el PP, en general, y en especial en el de Marbella, tienen la piel muy fina, no aceptan críticas y señalan a medios de comunicación mientras ellos tienen carta blanca para decir todo tipo de mentiras y barbaridades de sus adversarios políticos. Es su habitual doble vara de medir las cosas, su particular ley del embudo, la parte ancha siempre para ellos.
Pese a estar salpicada por todo tipo de escándalos desde hace cuatro meses, la alcaldesa de Marbella se muestra ante la ciudadanía como si no hubiera roto un plato en su vida. Pero, hagamos un pequeño recordatorio.
Su marido, el empresario sueco Lars Broberg, está procesado por la Audiencia Nacional por organización criminal y blanqueo de las drogas, aunque de momento su estado de salud le impide acudir ante la Justicia.
Su hijastro, Joakim Broberg, irá a juicio por esos dos delitos más el de tráfico de drogas. El juez lo considera el líder del entramado dedicado a llevar estupefacientes desde Marruecos a Suecia.
Desde que todo este asunto saltara a los medios, hemos escuchado al excomisario Villarejo decir que estos dos familiares de la alcaldesa "pegan unos palos de la hostia".
Hemos visto a la regidora corregir su declaración de bienes ante el Senado y añadir una donación que le hizo su marido cuando ya estaba siendo investigado y, según la Policía, había recibido un chivatazo de que sus teléfonos estaban pinchados.
Un policía municipal, que fue escolta de Ángeles Muñoz, acusado de colaborar con la trama, dijo ante el juez que siempre actuaba "bajo órdenes de la alcaldesa".
En el sumario se habla de que los Broberg utilizaban un teléfono de seguridad en el que solía responder la alcaldesa.
También, que la Policía detectó la presencia de un presunto narcotraficante, que "solía perder el hierro (pistola) por ahí", que cenaba en casa de los Broberg-Muñoz.
Los investigadores consideran que Joakim Broberg trataba "como si fuera propio" al Ayuntamiento de Marbella, donde también hemos sabido que a familiares de la alcaldesa le perdonan multas urbanísticas.
Sociedades en paraísos fiscales en las que aparecen también los hijos biológicos de la regidora, etcétera, etcétera, etcétera.
Y, hasta ahora, prácticamente su única explicación a la ciudadanía ha sido un "muchas gracias" cuando le preguntan por la calle.
Todo esto es, según ella, "ruido mediático" y que le están haciendo una "campaña de desprestigio". Vamos, que todo el mundo, incluida la Policía, miente menos ella.
Su objetivo es aferrarse a la poltrona en la que lleva ya 14 años, pero ¿para qué? ¿Por qué tanto interés en seguir siendo alcaldesa? Cualquier persona normal se habría marchado el pasado mes de noviembre.
Pero ella ha optado por atrincherarse en el Ayuntamiento, parece que le va a la vida en ello, solo hay que verla.
El pasado viernes, en el pleno, se atrevió incluso a pedir al PSOE una "campaña limpia" y a decir que se equivocaban criticándola por sus tejemanejes.
¿Qué estaría diciendo ella si un alcalde o alcaldesa de izquierdas tuviera a su familia procesada por narcotráfico y blanqueo?
Imaginemos, por un momento, que es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la que estuviera en la misma situación que Muñoz. ¿Qué diría el PP?
Muñoz lleva tres meses ocultando los expedientes de los contratos que firmó con una empresa (Codecosol) que está acusa de blanqueo de capitales y al frente de la cual, según el juez, estaría un "testaferro" de los familiares de la regidora.
Pero ella no quiere críticas, quiere que todo el mundo, incluidos medios de comunicación, estén callados y todo sea una balsa de aceite en la que ella pueda desplegar su propaganda.
Mientras tanto, para el PSOE la parte estrecha del embudo. Hace unos días, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, dijo que "los terroristas asesinos gobiernan España".
Nadie en su partido le ha desautorizado, con lo que están de acuerdo, incluida la alcaldesa de Marbella.
Pero, ¿qué ocurriría si alguien dijera que en Marbella gobiernan los narcotraficantes, o que el Ayuntamiento está al servicio de la Mocro Maffía sueca?
No sería una locura pensarlo, porque los investigadores captaron una conversación telefónica del hijastro de la alcaldesa en la que celebraba su victoria electoral de 2019. "Tenemos Marbella, tenemos Estepona, tenemos todo, tenemos la jodida Andalucía".
También días atrás, hemos escuchado a Isabel Díaz Ayuso hacer suya la frase de la ultraderecha "que les vote Txapote" al dirigirse a los socialistas. Lo ha hecho en la Asamblea de Madrid.
Ha sido coreada por los sectores más rancios y nada han dicho lo más moderados de su partido.
En Marbella, "Muñoz, que te vote Joakim Broberg", ¿les parecía un buen lema?
(Os dejo este brillante análisis de Curro Troya en 7TV sobre todos los líos de la alcaldesa. Imprescindible)
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