El bueno de Messi. El malo de Griezmann

Messi se va. Se va del FC Barcelona. Se va porque su contrato económico y deportivo finalizó. Griezmann se queda. Se queda en un club, en una empresa, el FC Barcelona, la misma que fue de Messi, que lo contrató para trabajar con unas condiciones económicas que figuran en contrato. Messi es el bueno. Griezmann es el malo. Como en las películas de vaqueros e indios. De vaqueros norteamericanos, claro. Que esos son siempre los buenos.

El límite salarial de LaLiga (lo escribo así, aunque sea un horror. Parece ser es el identificativo comercial de nuestra máxima competición de fútbol) es la justificación engañosa para que el jugador Leo Messi no fiche de nuevo por el FC Barcelona. Digo fiche de nuevo porque desde el pasado 30 de junio ya no pertenecía al que ha sido su club desde niño. Ese límite salarial de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) que preside el polémico Javier Tebas viene dado -así a grandes rasgos- entre la diferencia entre ingresos y gastos. Por cierto, un detalle. Una pregunta. ¿Tiene la LFP un límite salarial también que afecte a sus empleados, incluido Tebas?

Entre los ingresos de los clubes de fútbol, también del FC Barcelona, y así de nuevo a grandes rasgos, están los derechos de televisión (por regla general los más cuantiosos), los aportados por socios y abonados, los de competiciones de Liga, UEFA, etc., publicidad y ventas o traspasos de jugadores. Hay algunos más.

Entre los gastos se computan los sueldos de los jugadores y entrenadores, las retribuciones en especie como la vivienda, los vehículos y viajes, las primas, las indemnizaciones, las comisiones a representantes -siempre tiene que haber comisiones- y, por supuesto aunque en menor medida, los gastos de cantera y filiales. A estos no se les paga sueldos de estrella. Más adelante ya se verá. Como a Messi. No como a Griezmann.

Como en toda empresa, porque no se nos olvide esto del fútbol es un negocio -todavía quedan tres o cuatro clubes donde los socios pintan algo-, se prepara un presupuesto de ingresos y gastos. Aprobado este por un Órgano de Validación de LaLiga, y una vez garantizada la estabilidad financiera del club, se establece ese límite máximo salarial. Es cuestión de números, no les entretengo más. Pero en menos palabras es lo mismo que casi todos hacemos en casa: no gastar más de lo que ingresamos.

Y, en el caso que ocupa a este artículo, no pueden volver a contratar al bueno de Messi porque el malo de Griezmann gana mucho. Que lo gana. Pero mucho menos de lo que ganaba el bueno de Messi. Y, al parecer, mucho menos de lo que quería seguir ganando el bueno y el rebueno de Messi. Así que Antonella, la mujer del bueno de Messi, dicen que está triste. También lo dicen de Messi. Del malo de Griezmann no dicen nada. Su familia y entorno, él mismo, no dice nada. ¿Por qué decirlo si yo tengo contrato en vigor con unas condiciones ya firmadas? Si yo sigo aquí. Si yo no me voy. Pero los aficionados al fútbol, que no al malo de Griezmann, si hablan: “Por tu culpa. Por tu maldita culpa se va el bueno de Messi”.

El aficionado del FC Barcelona, el socio y abonado, el hincha, el “supporter” (que dicen son millones en el mundo) saben que pueden solucionar todo esto. Todo esto es que el bueno de Messi fiche de nuevo por el club de sus amores. Ese que te lleva a besar el escudo. Las cuentas pueden salir. El presupuesto puede cuadrar. El bueno de Messi podrá cobrar y Antonella seguirá contenta.

Cien mil socios o abonados; ya no millones, pongamos solo uno: un millón. En total un millón cien mil hijos adoptivos, hinchas de un club, el de toda su vida, seguidores del astro; todos ustedes vosotros a razón de la ridícula cifra de 100 euros -tan solo 100 euros- aportáis para pagar a vuestro astro. Tiro de calculadora por s me equivoco. Me sale esta cifra para el bueno de Messi, y para Tebas: 110.000.000 €. Mejor lo escribo. Ciento diez millones de euros por tan solo cien euros para tu amado club; para tu amado jugador, tu ídolo, para el bueno de Messi. Aplícate el cuento y deja ya al malo de Griezmann. O que el bueno de Messi se baje el sueldo. Pero no. Parece que, la pela es la pela.