La cosa está que arde, que diría un castizo, o lo que es lo mismo “se va a hacer un pan como unas hostias”, que también es lo mismo que hacer algo con un tremendo desacierto o resultado nefasto. Y así ha sido. Lo que antes estaba mal se ha dejado en peor situación. Me refiero al IMSERSO y a su programa vacacional.
Con esas siglas se conoce al Instituto de Mayores y Servicios Sociales, una de las entidades gestoras de la Seguridad Social española, adscrito al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, cuya ministra titular y responsable es la licenciada en Psicología, Ione Belarra.
Dicho, o mejor escrito esto, porque son muchos quienes lo asocian bajo dependencia del ministro socialista José Luis Escrivá, licenciado en Ciencias Económicas, que si es cierto tiene bajo su responsabilidad a la Seguridad Social.
El hecho es que los que estamos jubilados, seamos abuelos o no, nos podemos beneficiar de un programa anual de turismo, a unos precios más reducidos que los que se puedan conseguir por privado, bien en capitales de provincia (circuitos de escapada y culturales) como en localidades de costa peninsular y, los más deseados seguro, los de las islas ¿Quién no quiere ir a Canarias o Baleares?
Casi todos los años se da una lucha encarnizada para optar a la adjudicación de estos viajes. No me refiero a las 4.219.157 personas con derecho e inscritas, no. Tampoco a las 886.289 personas beneficiarias y adjudicadas (70.000 más que el año pasado), que a todas luces resultan insuficientes.
Aunque en este campo también existe la batalla de presionar a tu agente de viajes, de consultar a diario la página web de Turismo Social, todo ello para intentar conseguir que a las 9 de la mañana del día que se abren las inscripciones, a las 9:01 la página diga que ya no queda nada.
La lucha la tienen las adjudicatarias que han tenido que esperar de nuevo la resolución del TACRC (Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales), desestimando los recursos impuestos contra el reparto de los lotes de viaje.
El caso es que este año ha recaído en Ávoris, Corporación Empresarial con marcas conocidas como BTravel, Halcón Viajes y Viajes Ecuador entre otras. ¿Quién asegura al usuario que estas marcas y agencias no han tenido preferencia en bloquear plazas en detrimento de otras agencias o de quien ha intentado alcanzar a hacer su reserva directamente en web?
Más allá -así se informa en la propia web de Turismo Social- de ampliar la oferta con la creación de 10 circuitos culturales, a los que se destinan ¡más de 1.000 plazas!, incorporando también 19 nuevas rutas de la naturaleza para visitar Sierra Nevada, las Tablas de Daimiel o la Ribeira Sacra, lo que el abuelo quiere es ir a las islas y a la costa.
De todas estas plazas, 443.887 serán para viajes de costa peninsular, 230.039 para viajes de costa insular y 212.343 para turismo de escapada. El número de hoteles, sobre todo en islas, ha descendido de forma alarmante. Los precios en relación al año anterior han subido ligeramente situándose desde 435,95 euros para 9 noches en Canarias hasta, el más barato, los 124,68 euros para una capital de provincia para 3 noches.
No sé que pensarán ustedes pero si parece que los abuelos, cada vez más, tienen muy difícil el acceso vacacional aunque luego vas y te enteras de quien te dice … "oye, pues yo he repetido", a lo que solo queda decir: ¡enhorabuena!