No me líen que no doy abasto

Esto cada vez es más difícil. Me refiero a lo de elegir un tema principal para poder desarrollar el artículo semanal. Hay otras cuestiones que se presentan con mayor dificultad pero si no llego a la primera para qué centrarse en ellas. El caso es que sin dar abasto por la cantidad de noticias que se acumulan en mi retina no me quiero liar. 

Aún cuando estas letras se publiquen en fecha posterior podría haberlas dedicado al Día de Andalucía. Algunos puede que no lo sepan. A pesar de ello, y de ellos, lo celebramos el pasado 28 de febrero. Era domingo y sí, como todos hacen trasladamos el día no laboral al siguiente primero de marzo. Que ya veo a algunos sin mérito llamando vagos a los andaluces. Un servidor se incluye en la celebración pues aún no siendo andaluz agradecido estoy a esta tierra y a sus gentes desde hace ya treinta años.

Sin llegar a cometer una conducta incívica, por lo menos no con intención, también podría haber hecho más méritos y dedicar la columna a la nueva regularización fiscal del que hace poco era el Jefe del Estado, el de España no de esas repúblicas africanas o no en las que el mandamás hace lo que quiere. Cuatro millones de euros, de momento, esta vez a pagar que no a cobrar. Declarando eso sí, que ya es todo, que no falta nada, y que dice la verdad. Todo ello tan solo por haber viajado de turista alrededor del mundo. Yo también quiero. A viajar me refiero y sin pagar ¿dónde hay que hacer méritos?

También en breves fechas pasadas hemos recordado que hace cuarenta años -maldito número 40, que hace retrotraer mi memoria a los años de dictadura en mi país- unos indecentes militares ¡y dale con la conducta incívica! quisieron cercenar nuestra libertad a base de balas en el Congreso y tanques en la calle. Algunos dicen que lo sabemos todo de ello; otros creemos que no nos importa leer más. El caso es que la ley de secretos oficiales impide por secreto acceder a los secretos. Y esto lo digo de forma secreta. Para usted y para mí. La verdad es que no se que justificación darle a mi nieto cuando venga con suspenso por no saberse bien esta parte de la historia de su país.

Que sepan ustedes también, aunque razón no es lo que busco, que el Ayuntamiento de mi ciudad -reitero, de Marbella se trata- ha decidido sin consulta de ningún tipo delimitar como de sentido único una calle que antes era de doble vía. Dirán ustedes que les importa muy poco. Llevan razón. A mi no. Es mi calle. Y cuando los invite a mi casa ya les importará más por las molestias que causa el acceso a ella.

Dice el propietario de un chalet aledaño -al parecer se ha quejado a la prensa y más en concreto en este medio en el que yo escribo- que su salida de garaje a la calle no ha sido respetada y pueden aparcar los coches taponándola. Lleva razón. También la llevo yo si le digo que durante veinte años ha mantenido la misma salida sin ningún tipo de vado. O sea que se demuestra que solo nos quejamos cuando nos duele; ajenos al dolor general. Al final, la salida del chalet y la calle reinciden en la misma conducta incívica. Bueno, ellos no. Ya me entienden.

El caso es que también podría escribir -esto ya sé que no les interesada nada- sobre la renovación del consejo de la caja tonta. Hacer constar que más allá de Tele5, con premio Cum laude, hay tantas cajas tontas como cadenas públicas y privadas. Pero sí, me refiero a RTVE. Por fin se ha llegado a un acuerdo entre el PP, PSOE, Unidas Podemos y PNV, para que el Congreso designe a seis de los consejeros que ellos propongan. Reitero, los que ellos propongan. Aunque ya lo emitió La Sexta, les cuento un secreto. El primer programa será sobre la conducta incívica de quien no reúne méritos, o parecido … bueno, que me lio.

No les hablo del Consejo del Poder Judicial. Ni del Tribunal Constitucional. Tampoco del Defensor del Pueblo. Todos caducados como los yogures. ¡Es que no se dan cuenta que me encuentro muy ocupado buscando nueva sede! Acabo de quedar con Francisco Ibañez. Ya se lo he dicho a Casado y al del güito. Como intermediario, sin papeles y sin sobre, me ofrece a buen precio La rue del Percebe. Además, el número coincide: el 13. Así que, no me líen por favor, que no doy abasto.