Oferta especial de feria

30/09/2021
Aún cuando no habían descansado lo suficiente sus miradas se cruzaron delatando, de forma urgente, una necesidad de auxilio mutuo. El reposo, ahora siempre más que merecido, era insuficiente y desde hace mucho tiempo su alimentación había dejado de ser la natural. En demasiadas ocasiones ni siquiera existía, sin que lograran ambos llegar a entender el por qué de ese olvido.

A pesar del evidente cansancio físico tenía ganas de desahogarse. Inició la conversación ya advirtiendo que lo que contaba le había sido transmitido por su progenie. Es más. Matizó que ellos tuvieron la misma forma de conocimiento. Ya sólo por ese hecho, la atención de su compañero fue absoluta.

Me contaron -y así lo hago yo ahora contigo- que nuestros ancestros más remotos provenían de Eurasia. Más adelante, como suele ocurrir con todas las razas, se fueron expandiendo por espacios más amplios y diversos. Quizás no llegamos nunca a tener el reconocimiento deseado pero lo que no deja lugar a dudas es que resultábamos simpáticos y ocasionábamos pocos problemas. De espacio y de alimentación. Nuestra libertad se ha ido empequeñeciendo con el paso del tiempo, ¡quizás a otros les ha ocurrido lo mismo!, pero nosotros hemos terminado peor parados.

Ante tal historia, los grandes ojos del compañero no se cerraban. Si acaso, dada la incómoda postura en que se encontraban, el relato solo quedaba interrumpido para propiciar un leve estiramiento de sus músculos, que ya de por sí se hacía difícil por el lugar dónde se encontraban.

¡Fíjate! -le dijo-, que nunca hemos puesto impedimento para soportar cualquier tipo de carga y eso que, en muchas ocasiones, era harto pesada y totalmente desmesurada en relación a nuestro cuerpo. También, soportando excesivos tirones de nuestro cabello, hemos continuado nuestro camino de la misma forma que un sendero de camellos atraviesa el desierto. Nos hemos aclimatado a cualquier lugar y hemos sabido salir, por nuestras capacidades innatas, de rutas realmente peligrosas en su acceso.

También otros han tenido mejor suerte -le contestó su amigo. Yo hace tiempo que pude ver –de forma breve- como se encontraban acicalados, limpios, bien alimentados y sus rostros denotaban mayor felicidad que, por supuesto, la que tú y yo ahora disfrutamos.

Sí, lo sé. Siempre en esta vida tiene que haber afortunados. Lo que no entiendo es por qué nos ha tocado a nosotros, aunque eso ahora ya da igual. Si me gustaría saber hasta cuándo o, por lo menos, tener constancia si nuestro trabajo tiene reconocimiento. Parecen contentos con nosotros. Aún así me da la impresión que, incluso por los más pequeños, somos tratados como títeres.

No les dio más tiempo para acabar su conversación. Súbitamente se abrió la puerta del pequeño espacio que compartían. Una voz hosca y desagradable les indujo a levantarse ya no solo con la voz sino también con empujones. Ellos dos fueron los últimos. Tendrían que aguantar, durante muchas horas, un recorrido circular y aburrido no exento de pellizcos y estiramientos bruscos de sus cabellos. Quedaron ambos alineados en la formación ya instalada. Esta vez les colocaron en el lugar más lejano de una casetilla que tenía instalado un cartel que odiaban. En él se podía leer: Día especial de la Feria: Por sólo 5 euros, niños y mayores, disfruten de un paseo montado en un póney o poni.

Lo escribí hace tiempo. El relato. Me vino a la memoria cuando descendíamos los 632 escalones desde Fira, capital de Santorini, hasta el pequeño muelle junto al mar. Parientes de ellos, allí estaban. Burros y mulos, apostados al sol, esperando la carga del sonriente turista.
Quirónsalud Marbella
Contar el cáncer
Casco Antiguo Urban Sketchers
Casco Antiguo Aparcamiento
HC Marbella International Hospital
Roma Abogados
Hidralia 2
Dental Mahfoud
Blogs
El tiempo en Marbella
EL TIEMPO HOY
JVL
El Esplendor
Marbella24horas.es 2024 ©