Confundir la casa propia con la casa de todos es el origen primero de la corrupción, de este modo se interpelan los intereses privados como si fueran públicos y viceversa, en un axioma imposible donde discernir las lindes entre unos y otros resulta en exceso complicado por difuso.
En estos limbos se ha movido Marbella durante demasiado tiempo y ahora, como apuntaba el Coordinador General de Izquierda Unida en Andalucía, Toni Valero, la situación no es que sea gravísima, que lo es, si no que es “insostenible”.
Porque las últimas informaciones extraídas de las investigaciones de la Audiencia Nacional acusan al marido de la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz (PP), de organización criminal y blanqueo y señalan que se ha procesado a su hijastro por un presunto delito de narcotráfico.
La cuestión ahora es que más allá de las responsabilidades penales y legales existe el comportamiento ético debido, donde dicho comportamiento del regidor público, elegido por los electores y votantes para el gobierno de la cosa de todos, queda en entredicho.
Y está aquí donde debiera entrar en juego la voz de la ciudadanía, la exigencia de responsabilidades, de transparencia, de un proceder ético intachable a la persona que ha de regir la vida en nuestra ciudad y que esa misma ciudadanía haga suyo ese epíteto de “insostenible” para terminar con la sombra de unas prácticas que vulneran la marca Marbella más allá de lo concebible.
Y es que esta situación ya no es una quimera, una entelequia, ahora lo dice la UDEF (Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Judicial) en un informe tal y como apunta eldiario.es: “De las conversaciones telefónica interceptadas a Joakim Broberg (hijastro de Ángeles Muñoz) se desprende la gran influencia que tiene el sueco sobre cuestiones urbanísticas y esto es debido a las relaciones de parentesco con la regidora marbellí”
Y más allá de esto y lo que debiera hacer rebelarse a la población marbellí es esta frase de Jokim Broberg interceptada por la UDEF y también publicada por eldiario.es: “Porque ahora hemos ganado nosotros también. Porque ahora tenemos la Junta de Andalucía. Tenemos Marbella. Tenemos Estepona. Tenemos todo. La ciudad es nuestra. Básicamente, tenemos toda la jodida Andalucía”.
¿A quién pertenece esta ciudad? ¿De quién es?
Que no se nos olvide: La ciudad es nuestra. Nuestra.