La contradicción brutal de este fin de semana debería haber llevado a la sociedad a ocupar las calles, las plazas, los rincones y esquinas de cada barrio, municipio, ciudad y pueblo y no abandonarlas hasta que alguien pusiera sobre la mesa una solución integral, económicamente solvente, radicalmente innovadora y conscientemente transversal para acabar con la violencia machista.
Las sensaciones que transitaron por mi corazón, mi alma, entre la alegría combativa del 8 de marzo, participando junto a centenares de mujeres empoderadas en sus cánticos y gritos y vítores y consignas reivindicativas y determinación firme, y el conocimiento de uno, dos, tres asesinatos machistas en apenas 48 horas me nublaron las entendederas, como a aquel.
Sigo sin comprender cómo la cifra no nos lleva a encaramarnos a las estatuas y columnas, a encerrarnos en los salones de plenos de los ayuntamientos, a atarnos a los arboles de los parques y no detener nuestra indignación hasta que se frene. Tres mujeres asesinadas en apenas 48 horas. 18 feminicidios y asesinatos en España en lo que va de 2019. Cerca de 1000 en los últimos 15 años, desde que se contabilizan los asesinatos machistas, más que ETA en 60 años de historia.
Debería resultar intolerable para una sociedad sostener estas cifras.
Pero parece que no, que soportamos este número de mujeres asesinadas como un mal endémico con el que debemos convivir, las cosificamos, las restringimos a un dato, a una cifra, a una estadística cuando deberíamos siempre pronunciar sus nombres, detallar su biografía, describir cómo fue su camino al cadalso, cómo la acuchillaron 10 veces, como le asestaron 22 puñaladas, como la descerrajaron un tiro en la cara delante de su hijo, porque al final las cifras son banales y detrás de ellas somos incapaces de detallar un rostro o una vida.
Rebeca, 26 años.
Leonor, 47 años, Fuengirola.
Anónima, 95 años.
Rebeca, 48 años.
Rosa, 68 años.
Kelly, 17 años.
Rosa María, 60 años.
Daría, 22 años.
Romina, 25 años.
Sheila, 29 años.
Estrella, 63 años.
Gloria, 58 años, Estepona.
María José, 43 años.
No nos son ajenas, son nuestras vecinas, nuestras amigas, compañeras de trabajo, familiares. ¿Cuántos asesinatos machistas más podemos soportar como sociedad? ¿Cuál es una cifra lógica, éticamente soportable? ¿5 mujeres asesinadas más, 7, 15, 32? ¿Cuántas? ¿Cuántos nombres? ¿Quiénes? ¿56, 71, 82? El año pasado fueron 98 los feminicidios y asesinatos de mujeres…. ¿Es esa una buena cifra para empujarnos a asaltar la calle?
Aquí, los detalles:
FEMINICIDIO.NET