Hoy. Ahora estoy en FITUR. Este artículo los escribía ayer, montado en el caballo se hierro que decían los nativos americanos, cruzando Andalucía a trescientos kilómetros por hora mientras se desdibuja el paisaje, como un borrón, una acuarela aguada, un pincel grueso que marca trazaos de verdes aceituna y amarillos pardos en la ventanilla.
La última vez que acudí a la Feria Internacional de Turismo fue en el año 2016. Otro momento profesional de mi vida. Ha pasado un lustro y las sensaciones, las contradicciones, permanecen intactas. “En FITUR hay que estar”, es una de las frases más repetidas que se escuchan en el corazón mismo de la inauguración. Hay que estar. ¿Qué significa eso? ¿Qué trasciende de esa idea, de esa afirmación rotunda? Aquí es donde entran las contradicciones. Porque la feria siempre me ha parecido del todo inútil y a un tiempo siempre del todo necesaria.
Es un escaparate sin duda. Y una fotografía adecuada, un momento preciso, puede amortizar un viaje de ida y vuelta a Madrid para un destino modesto. Esa foto que trasciende lo local, lo comarcal, lo provincial y salta a una portada nacional o autonómica, pone en el disparadero por un momento, el instante fugaz de un día, de un tuit, de una nota en un informativo, la promoción de un municipio, de un pueblo, de un territorio.
Más allá de esto, de lo anecdótico, de lo casual, los grandes destinos lo fagotizan todo, canibalizan a los demás en un ejercicio de antropofagia turística sin parangón.
Pero. Hay que estar. Y si algún año había que hacerlo era este. Una edición de resurgir pandémico, con la obligación de posicionarse, de decir estoy aquí, estamos aquí, estamos trabajando para ello. Y más aún para la provincia de Málaga.
El próximo, ya inmediato, nombramiento de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional, tercero de Andalucía, decimosexto de España, es un acontecimiento inusitado, de esos que no se dan todas las ediciones. Turismo sostenible, turismo de naturaleza, turismo respetuoso con el medio ambiente. Un nombramiento que trasciende el sol y playa del destino costasoleño y sitúa a la provincia en un lugar novedoso, con un nicho de mercado diferente hasta el ahora explotado, que marca la senda del futuro y que fortalece una tendencia incipiente en todo el mundo. ¿Sabremos aprovecharlo? ¿Y sabremos conservarlo? ¿Sabremos estar a la altura?
Creo que es el mayor reto de la provincia y de los municipios que se sitúan dentro del propio Parque Nacional y dentro de su área de influencia socioeconómica. Explotar, invertir, disfrutar, conservar Sierra de las Nieves como lo que ahora es, un destino único.
En FITUR hay que estar. Este año, más que nunca.