Puede que no exista árbol más hermoso que la jacaranda, la explosión violeta de sus flores en primavera resulta incomparable, seguida sólo de las buganvillas, y tiñe con sus destellos levemente morados las sombras que proyecta en el suelo, en las terrazas, en las paredes encaladas.
Y aunque no es un árbol vernáculo de esta tierra mediterránea es cierto que el clima templado de Marbella, de la Costa del Sol, las ha hecho proliferar con valentía.
Acostumbrado, como persona septentrional que soy, a árboles más robustos y con menos concesiones a la alharaca, como los robles, o las hayas, encontrarme con semejante explosión de color siempre me ha fascinado. Si al color violentamente violeta de la jacaranda, o jacarandá, le sumamos los matices anaranjados de un atardecer profundo, ya hemos compuesto el cuadro mediterráneo perfecto.
Contemplo a muchos visitantes extranjeros, de piel blanca y lechosa, mirar las jacarandas con esa expresión de asombro verdadero, fotografiarlas para quizá apaciguar sus helados inviernos en Suecia o en Noguega o en las highlands escocesas. Un fragmento de exótico mediterráneo atrapado en una fotografía con la que dar calor a sus largas invernadas.
Si las contemplas fijamente, el color que irradian parece diluirse, los bordes de sus flores desdibujarse, perder la forma para transformase únicamente en luz, como un cuadro impresionista que bien podría haber firmado Monet.
Su madera contiene aromas exóticos y sus flores pueden usarse en infusión o tinturas para combatir la disentería, además, se le atribuyen propiedades antisépticas.
Pese a formar parte de nuestro horizonte mediterráneo común, la jacaranda es originaria de centro y Sudamérica, principalmente de Paraguay.
Todos los atardeceres de primavera me siento en nuestra terraza asomada a la calle Serenata. Y veo, justo enfrente, la jacaranda que explota contra e horizonte entre dos edificios. El violeta singular de sus hojas, la luz del atardecer que la transforma en apenas un jirón morado, una sucinta nube de color recortada contra el horizonte…