Estaba yo en el agua dándome un bañito. / Debajo del bikini, debajo del bikini / sentí un picorcito. / Le dije al socorrista que qué podía ser, / sentí un picorcillo, sentí un picorcillo / me enamoré de él.
Me pica la pierna, / me pica el ombligo, / me pica la cabeza, / quiero estar contigo. / Me pican los labios, / me pica el corazón, / me pica la medusa, / medusa del amor.
En el verano de 2003 la ONCE lanzó una campaña de tres spots creada por Tándem DDB para promocionar su cupón especial de verano, junto con el “Tú me das cremita” y “Las tapitas” apareció este “Medusa del Amor” que traspasó la frontera puramente publicitaria para convertirse en canción del verano.
Toda una generación la cantamos en su día y aún en día lo hacemos para combatir con cierto humor los enjambres de medusas que proliferan en nuestras cosas, que imposibilitan el baño en primera instancia, y que pueden llegar a complicar la idoneidad de un destino turístico como el de Marbella.
Las factores que influyen en la proliferación de las medusas en estos últimos años, así lo explicaba el Aula del Mar de Málaga en su día y lo ratifica la web del Ministerio para la Transformación Ecológica y el Reto Demográfico, son múltiples y destacan tres de ellas:
La primera que atañe directamente al
cambio climático y la elevada temperatura de las aguas. Señala que “la disminución en el régimen invernal de lluvias y el aumento de la radiación solar parece estar relacionada con el aumento de medusas en la época estival en las playas. Las proliferaciones de Pelagia noctiluca son conocidas en el Mediterráneo desde los años 80 y, al menos desde entonces, las proliferaciones de esta especie coinciden con las condiciones climatológicas apuntadas”
La segunda se refiere a la
contaminación por hidrocarburos, ya que “se ha observado como en las zonas donde se han producido vertidos de petróleo, se inician procesos de degradación de los hidrocarburos por bacterias que, a su vez, sirven de alimento a copépodos, principal alimento de las medusas. Así, en estas zonas se han detectado en años posteriores a los vertidos accidentales aumentos en las poblaciones de medusas con efectos medioambientales perjudiciales”.
Y la tercera, la
sobrepesca que es “una de las causas más probables del incremento de las poblaciones de medusas pero no de que lleguen más frecuentemente a nuestras costas. Su efecto más inmediato es el drástico descenso de las poblaciones de peces. Dado que peces y medusas compiten por el mismo alimento del plancton (copépodos, larvas de crustáceos, etc.), la disminución de sus competidores favorece el desarrollo de las poblaciones de medusas”.
Y su reverso, los
daños a la pesca, ya que “al competir con ventaja sobre el mismo recurso, disminuyen las posibilidades de supervivencia, especialmente para las larvas y juveniles de peces, que a su vez también son incluso depredadas por las propias medusas (algunas medusas son capaces de depredar 10 juveniles de peces por hora)”.
En cualquier caso, ya son demasiados los síntomas que alertan de manera evidente, visible, los efectos de la emergencia climática. Aquí en nuestro litoral lo observamos de manera plausible. Es necesario dar un paso adelante, valiente y decidido, para asegurar el futuro de la biodiversidad y de la vida natural tal y como la conocemos hoy en día, si no a las próximas generaciones no les quedará más remedio que cantar de manera resignada:
Me pica la pierna, / me pica el ombligo, / me pica la cabeza, / quiero estar contigo. / Me pican los labios, / me pica el corazón, / me pica la medusa, / medusa del amor.
ENLACE PÁGINA WEB DEL MINISTERIO:
https://www.miteco.gob.es/es/costas/campanas/campana-medusas/proliferaciones.aspx
ENLACE PÁGIN WEB AULA DEL MAR MÁLAGA:
https://www.auladelmar.info/