Desde luego, es para creer en brujas, o en las meigas gallegas si hace falta… pero desde luego, hay situaciones que parecen sacadas por arte de magia, aunque tambien podríamos pensar en que la casualidad provoca ciertas situaciones, o que realmente nuestra ciudad es llamativa para determinadas cosas.
Hemos estado en el candelero televisivo durante años, por razones que todos conocemos, y por causas que esperamos olvidar de una vez por todas. Pues no, parece que Marbella sigue estando de moda para ciertas cosas que, desde luego, no creo que nos den muy buena publicidad, propaganda o realcen nuestra imagen (aunque algunos se preguntarán ¿cuál es la imagen de nuestra ciudad?)
Y digo esto porque parece que no hay programa de la cutrevisión en que no aparezca algún concursante que proceda de Marbella, aunque no sea natural de esta tierra en algunos casos. La última aparición/vinculación con nuestro pueblo, como publicaba días atrás Marbella24horas, en el reality “¿Quién quiere casarse con mi hijo?" (otro de los alardes de calidad y buen gusto con que las televisiones intentan entretener al personal), y que este caso emite Cuatro TV, tomar parte del mismo un tal Rafa Mateo, joven autodenominado “empresario”, y que, según leo, durante su presentación en el primer programa de la cuarta temporada se definió como un "triunfador" y un "superdotado". Habrá que preguntar al chico qué sabe de la vida, con esa edad, para haber de triunfo y superdotación… Por no hablar de conocer la condición de empresario.
Parece, pues, que este programa tiene especial predilección con nuestra ciudad porque en anteriores ocasiones, otras pretendientas en busca de un marido (…) habían pasado por el show televisivo. Una tal Raquel Almenara en el año 2012, y otra chica llamada Melania Fernández al año siguiente (llegando incluso a ser finalista).
Pero no sólo las chicas marbellíes en busca del “amor… y dinero en forma de apariciones posteriores en otros programas, portadas en algunas revistas, “bolos” discotequeros, lo hacen en el mencionado “¿Quién quiere casarse con mi hijo?". En el archiconocido Gran Hermano, del que muchos decimos que aquella primera edición fue la única realmente auténtica ya que después ha sido una clara búsqueda de morbo, discusiones y carnaza para mantener a cierto público pegado al televisor, pues ahí tambien está presente Marbella, con una chica rubia bastante vistosa y despampanante, una tal Azahara, de la que luego se ha descubierto otras anteriores apariciones televisivas, según he podido leer y ver, en un programa de La1 (“Vivan los bares”), y aquel programa que hablaba de “Mujeres ricas” (La Sexta), todo por su trabajo en la discoteca de Olivia Valere.
Y, para que la cosa no desfalleciera, en la no menos sorprendente noticia (sorprendente porque desde luego se trata de un annus horribilis), del anterior monarca, al haberse admitido a trámite una demanda de partenidad, la demandante es una mujer belga de 48 años, Ingrid Sartiau, que asegura que su madre tuvo una relación con el rey emérito a mediados de los años 60… ¿y donde/cuándo ocurrió eso? ¡Durante unas vacaciones en Marbella! ¿Es que no hay más pueblos en toda la costa española? ¿Es que no podría tocarle a otro sitio? ¿Tambien Marbella tiene que aparecer en este tema?
Prefiero, como suele ocurrir, que este pueblo mío aparezca en televisión o en programas, por los logros deportivos de algunos de los “cracks” que por aquí tenemos, o por la llegada cada invierno de equipos de fútbol de todo el mundo para llevar a cabo sus pretemporadas invernales, por no hablar de las estrellas gastronómicas que poseemos, las tambien estrellas hoteleras, o las visitas privadas de grandes del cine o la música buscando casa para adquirir en Marbella… Por desgracia, tambien tenemos que ser noticia por otras cuestiones, cercanas a lo rosa (por no decir chabacano).