Animación nocturna (gastronómica)

Sábado, a última hora de tarde y primera de la noche, recorrí diversos puntos del Casco Antiguo y pude comprobar como han surgido últimamente diversos puntos de alto interés gastronómico y alta ocupación (turística sobre todo), que vienen a complementar los ya tradicionales lugares de la Plaza de los Naranjos (donde otro día, por cierto, comentaré el cierto abuso con la proliferación de mesas y sillas…) y la calle Virgen de los Dolores, que hasta ahora eran tradicionales en cuanto a oferta culinaria.

Junto a estos puntos, pude observar una calle como Tetuán, en donde se suceden hasta tres restaurantes se forma alineada, uno detrás de otro, el primero en el otrora y recordado “Sol y Sombra” y acabando en otro situado en la misma esquina con la Plaza Practicante Manuel Cantos. Una vía peatonal con gran encanto que parece haber cogido vida en forma de restaurantes. Igualmente, tras comprobar que Virgen de los Dolores sigue siendo una de las calles más bonitas de esta coqueta zona de Marbella, al llegar al Puente Ronda, pude evidenciar la animación (con música en vivo incluida) que tenía la zona, que comprende el mencionado Puente Ronda en sí (en términos restringidos, sólo supone la pequeña placita frente a la casa de la Familia Maíz, donde ha estado situado el Conservatorio de Música durante años y que tiene hasta tres negocios de hostelería) con la percepción más amplia, que incluye la zona adyacente, esto es la confluencia de Chorrón y Ancha, en donde varios restaurantes, bares y cafeterías le dan una gran vida a ese rincón, con la vista puesta, a lo lejos, en la iglesia del Santo Cristo.
 

Daba realmente gusto pasear por esas callejuelas que, desgraciadamente, durante el invierno están más muertas de lo realmente deseable, pero que llegada la ansiada primavera y el esperado a la vez que inminente verano, hacen que cobre una vida especial.