Aznar y los perros

Fue tema de conversación, opinión y, cómo no, de contienda política local en la ya pasada Semana Santa. Y aunque la vida sigue su curso, pasan los días y hasta las semanas, se sigue insistiendo en algo que, bajo mi particular punto de vista, no tiene la más mínima importancia, pero que sin duda sigue existiendo en algunos debates.

Una fotografía del ex presidente Aznar (vecino pues posee vivienda en nuestra localidad), en una solitaria playa, rodeado de cañas, piedras y restos de los invernales temporales que hemos tenido, fue el punto de arranque para comenzar la disputa de unos y otros. No les doy la razón esos unos ni otros, pero sí creo que existen temas mucho más importantes en el día a día de la ciudad como para estar perdiendo el tiempo en saber si “Chemari” ha conculcado las ordenanzas locales; si hay que multarle; si el resto de propietarios de perros que acuden (porque muchos acuden…) a los arenales deben alegar –en el caso de ser multados- el precedente reciente con el marido de la alcaldesa de Madrid; si alguien con un cargo como el que ha tenido todo un ex presidente del gobierno debe ser ejemplar en su comportamiento…. Muchas cuestiones, creo, para un tema que, insisto, no tiene la más mínima importancia, salvo que algunos quieran dársela (y se la han dado).

 

Aparentemente, si contemplamos y analizamos el tema desde un punto de vista absolutamente estricto, en el caso de que Aznar hubiese acudido a la playa con sus perros (que sí lo ha hecho), y en el hipotético caso de no saber que la legislación local prohíbe la presencia de los canes en la arena, sin duda alguna la multa debería hacerse efectiva. Hasta ese cierto punto, la cosa está clara.

 

Ahora bien, existen muchas cuestiones alrededor de este hecho y de esta circunstancia, que no deben hacer sino llevarnos a olvidar el asunto y dejarnos de tonterías, que como he dicho, muchas más cosas y mucho más importantes, hay que solucionar en esta nuestra Marbella.

 

No creo que el ex jefe del ejecutivo estuviera pensando en saltarse la normativa playera a la torera, sino que simplemente y habida cuenta que debido al tiempo que hacía, quiso pasear por la arena con sus perros, algo que miles de personas hacen al cabo del invierno en nuestro pueblo.

 

Por parte consistorial, tampoco creo que exista una voluntad permisiva por ser quien es el protagonista de esta historia, y todo pese a que las primeras declaraciones oficiales no tuvieran una argumentación de excesivo peso (aquello de la inminente modificación normativa…). Aunque bien es cierto que una simple fotografía en un medio de comunicación no inicia un procedimiento administrativo sancionador.

 

Tampoco nadie ha demostrado que el ex presidente se encontrara física y concretamente en nuestro término municipal, pues si bien en una de las instantáneas se le muestra en la playa, y en la foto aparece un cartel sobre la regulación municipal en cuanto a las actividades prohibidas en la playa, no se acredita que el cartel estuviese en esa misma playa en que se encontraba Aznar. Es decir, ¿quién dice que no pisara suelo esteponero? Y es que Guadalmina, precisamente, se encuentra en el mismo límite de ambos términos, y que el río del mismo nombre marca casualmente la “frontera” marbellí-esteponera. ¿Podría estar en suelo del vecino término en vez de en playas marbellíes? No se sabe… Algunos avispados a lo mejor dicen que el color político de ambos ayuntamientos son el mismo y, claro, no van a sancionar a un cargo de su partido… ¿Pero qué más da?

 

También es cierto, nuevamente desde un punto de vista estricto, que si no se sanciona al Sr. Aznar, no debe hacerse con otros ciudadanos, en caso de que les “pillasen” con los perros en la arena. Tampoco conozco a nadie que haya sido sancionado, sobre todo si en temporada invernal ha acudido a primera hora de la mañana, porque de igual forma no veo (salvo algunas veces a algunos que no deben estar en su sano juicio) a gente con perros cuando la playa está de bote en bote (meses de verano y durante las horas de máxima afluencia). En ese caso sí que es denunciable el hecho.