La edil socialista que hacía pública la denuncia, formulaba al mismo tiempo una pregunta al equipo de gobierno, mencionando que el último día de marzo varios caballos circulaban por la ciudad, transitando incluso por parques infantiles, en concreto en la barriada de Plaza de Toros. Hasta donde sé, no creo haber leído ni visto respuesta consistorial a la mencionada pregunta. Creo que una nota informativa ya sea desmintiendo, aclarando, especificando… pero al menos, que los ciudadanos sepamos qué está pasando.
Esto es, como decía mi recordado profesor Dabán, “para mear y no echar ni gota”. Que los caballos que participarán en una corrida o festejo, ocupen lugares en los que principalmente asisten niños a jugar, es para tomar cartas en el asunto. Es decir, que las ordenanzas municipales, con toda la lógica del mundo porque así debe ser, establecen multas para los ciudadanos que no recogen las defecaciones de los perros, todo ello cuando sus dueños los sacan de paseo y hacen en la calle lo que no querrían que hicieran en su salón, pero en cambio permiten que caballos usen parques infantiles para hacer ejercicios de calentamiento, cuando no para hacer sus necesidades en plena libertad (porque todos sabemos como defecan los équidos en la vía pública…).
Desde luego, que uno se queda con la boca abierta cuando conoce hechos como ese. Espero, deseo y hasta exigiría que se hayan tomado medidas, no sólo con el iluminado de turno que haya tenido la idea de meter a un corcel en un parque infantil (que sirve para lo que sirve y no desde luego no es una zona hípica), sino que las medidas se hayan tomado con el lumbreras que ha permitido que se use como zona de hípica un lugar que es, no habitual sino íntegramente usado por niños y niñas cada día.
Me hago algunas preguntas al mismo tiempo que observo la fotografía que ilustraba la noticia (y que se incluye en este comentario de hoy): ¿Algún responsable de la persona física o jurídica titular de los caballos solicitó autorización de forma expresa al consistorio? ¿Existe alguna instancia administrativa a tal efecto? ¿Ese responsable, llevó a cabo una posterior labor de limpieza en la zona? ¿Esa limpieza incluiría trabajos de desinsectación, desparasitación e higienización? Qué menos en un lugar, insisto, principalmente para niños… Pero es que ¿Ningún policía municipal se encontraba en la zona para presenciar esa barbarie? ¿No había destinada, como es preceptivo, ninguna unidad policial para un evento con una cierta asistencia de público a la plaza de toros de Marbella? Me extraña… Lo dicho, con la boca abierta de asombro.