No voy a hablarles de gastronomía típica en la fiesta de la Epifanía del Señor, esto es, la festividad de los Reyes Magos. Nada de Roscones, roscos o roscas, como las quieran llamar. Los sabores en el, primero Día previo a Reyes, después la Noche de Reyes y por último el efectivo Día de Reyes, van por otros lares, sobre todo por los sinsabores de unas horas especiales.
Sinsabores como vivir momentos como los que, durante la mañana del día cinco, personalmente e incluso in situ, disfruté: conocer de primera mano las grandes necesidades que existen en Marbella, un lugar donde muchos creen que sólo sabemos del lujo. Pero disfruté observando y colaborando en cierta medida a entregar juguetes a esos niños que, con susto, miedo, temor… pero también respeto cuando se encontraban de frente con SM el Rey Melchor ante ellos, aunque al momento con alegría y sonrisas en sus caras al recibir el regalo unas horas antes de la noche mágica. Observar como personas llegaban solicitando al delegado de Bienestar Social algún regalo para sus hijos, y conocer las soluciones que, entre todos (instituciones, vecinos, asociaciones, empresas) se han concedido para que ningún niño de Marbella se quede sin regalos en estas fechas.
Sinsabores como conocer el fallecimiento de un buen hombre, desconozco si natural de nuestro pueblo pero durante muchos años al frente de un negocio, clásico en Marbella, Pizzería La Fontanilla, donde pocos no habrán pasado en algún momento a degustar su buena cocina y el buen trato que siempre daban a todos. Después de muchos años luchando con una dura y difícil situación, se ha ido para siempre Paco. Posiblemente, pese al dolor, sus seres más queridos, su mujer e hijos (criados en esta ciudad y con muchos amigos entre los jóvenes que rondan los cuarenta) habrán descansado. Un buen hombre que se nos va.
Sinsabores como observar la (sana) locura desatada en el Puerto Deportivo de Marbella con la llegada en barco de SSMM de Oriente… Alta, por la literalmente hablando altura, elección en las personas que han sido designados para ayudar a los auténticos Reyes Magos: la periodista más alta de la ciudad; el concejal más alto de la corporación, y un jugadorazo, convecino de todos, de considerable altura. Gran paseo por el recinto portuario y aledaño Paseo Marítimo, con miles de personas en las calles recibiendo a sus Majestades, como preludio de lo que viviríamos horas después en lo que es la mayor manifestación de júbilo, felicidad, alegría y pasión desbordada en las calles de este, mi querido pueblo. Alguien me decía que ojalá que hubiesen cabalgatas cada semana para que las calles estuvieran como están esa tarde del cinco de enero… Algo habrá que inventar para fomentar la unión y el acercamiento al centro de Marbella de miles de personas.
Sinsabores como ver en televisión el enésimo error de una cadena como Antena 3, que mencionaba al ex futbolista holandés de equipos como el Manchester, Real Madrid o Málaga, Van Nistelrooy, como Rey Baltasar en Málaga, y no en Marbella…. ¿por qué tienen que equivocarse (…) si el redactor o redactora, o la agencia que ha proporcionado la noticia, ha estado en Marbella, y no en Málaga, para cubrir la noticia? ¿Es que sólo mencionan a nuestra ciudad para cosas malas, para casos violentos o de corrupción? O cuando mencionan el buen tiempo que hace, siempre hablan de la famosa playa de la Malvarrosa valenciana… ¿es que en Marbella, en la Fontanilla, por ejemplo, no hace mejor o igual tiempo? ¿O es que les pilla más cerca el Levante para grabar imágenes, aunque estemos en la era del satélite, de Internet, y de las líneas RDSI?
Por último, sinsabores como conocer el fatídico y desgraciado accidente, posterior fallecimiento de un niño en la Cabalgata de Reyes en la capital Málaga. En ese caso, las autoridades malacitanas sopesaron suspender la cabalgata, pero tomar decisiones de ese calado, con miles de niños esperando ansiosos la llegada de SSMM de Oriente, es duro, difícil y complicado. Se de primera mano que tomar decisiones es cuestión harto complicada, pero debe primar siempre el sentido común y el bien común por encima de todas las cosas. Desde luego, la voz se corrió y la noticia corrió como la pólvora por el Parque, por la Alameda, por calle Larios… y todo el centro de Málaga, pero la magia de la noche debía seguir. Aunque un niño menos recibirá regalos, y sus padres estén desolados. Ahora, se abrirá una investigación, pero ese niño ya no despertaría el seis de enero para ver sus regalos…
Sinsabores que nos deben hacer reflexionar y pensar que, ante todo, debemos mantener tradiciones como los Reyes Magos, en contra de “Papanoeles”, “Santaclauses” y otras tradiciones venidas de fuera.
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