Recientemente (o más bien, hace relativamente poco tiempo), a través estas nuevas herramientas con las que contamos los ciudadanos, llamadas Redes Sociales, se ha creado uno los llamados “Grupos” de Facebook, en el que bajo la batuta del historiador Francisco Javier Moreno (su creador), se habla, se comparten impresiones y se comentan fotografías con una temática común, “Historia de Marbella”. En dicho grupo se incluyen ciudadanos de este pueblo, nativos unos y otros, “aposaos” (término acuñado por el filósofo El Pérez), negocios locales, concejales actuales y pasados, etc. pero con un denominador común, el cariño por esta tierra y la afición por conocer su pasado, reciente o remoto.
Hace días, sobre una fotografía del céntrico edificio donde actualmente se sitúa, en sus bajos, una conocida tienda de moda femenina, es la esquina de Ricardo Soriano con calle Notario Luis Oliver (antigua calle Finlandia), empezamos a dejar comentarios no sólo sobre ese edificio, sino sobre los contiguos, concretamente el edificio Alfil (en el momento de la fotografía, aún con la categoría de hotel), y el de Exclusivas Hernández. Si bien en el caso del primero su actual fisonomía es moderna, acristalada… y eso le da un toque zona negocial (o como dirían los angloparlantes, de “City”), en el caso del segundo, el aspecto de dejadez, abandono y con bastante mugre, provocó no pocos comentarios acerca de la omisión de las autoridades en cuanto a un requerimiento de lavado de cara, sobre todo motivado por su céntrica y visible ubicación.
Pues bien, al hilo de esa comentada y analizada fotografía, me vino a la mente un tema sobre el que poder escribir es esta Trastienda de hoy: la tradición de poner a los edificios, nombre de bancos. Y me vinieron, igualmente a la memoria, una serie de construcciones con nombre de entidades bancarias, casi todos situados en la principal vía de la ciudad y en la mayoría (sino toda) de los casos, destinados a oficinas.
El primero de ellos, la referida edificación con nombre del histórico Banco de Jerez, ya que en sus bajos (en donde ahora se sitúa aquella tienda de moda que decía) durante muchos años estuvo situada la entidad perteneciente a Rumasa, actualmente -si no me equivoco- dentro de La Caixa. Pero hay otros como el situado en la misma acera, dirección hacia el Paseo de la Alameda, Edificio Banco Central, en recuerdo de aquella entidad allí ubicada, un banco que posteriormente paso a fusionarse con el Hispanoamericano, y luego a su vez con el Santander. Más moderno, y precisamente situado frente al del banco jerezano, está el Edificio Banco Sabadell, que actualmente está integrado dentro del grupo Solbank, que a su vez se quedó con el antiguo Banco Atlántico, y tiene un moderno e igualmente acristalado aspecto, como los cercanos edificios Alfil y el reciente edificio RS21. Y en San Pedro Alcántara, famoso por su forma arquitectónica piramidal es el Edificio Banco Atlántico, que es el primero que uno se encontraba cuando llegaba al centro de dicha localidad, ahora menos visible por obra y gracia del famoso soterramiento, pero ahí sigue, erigido como carta de presentación sampedreña.
Me dejaré seguramente alguno que otro en el tintero, pero sin duda es una característica de nuestra Marbella que debería pervivir en la historia, al menos para seguir manteniendo vestigios de una época.
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