Estos días en los que, irremediablemente, se pasan muchas más horas en el hogar, empieza uno a darle vueltas al mando de distancia debido a la paupérrima por no decir patética programación televisiva (hemos ganado en cantidad de canales pero hemos pedido en calidad…), al final acabas viendo, bien una película o mas bien conectando con la actualidad más cercana a través de los canales locales.
En uno de ellos, la televisión municipal, he podido ver en diversas ocasiones el bonito y emotivo acto de entrega de las correspondientes insignias y documentos enmarcados, como Hijo Adoptivo y Predilecto respectivamente, a dos personas muy queridas en Marbella: a uno se le conoce simplemente por su nombre, ya que al decir Santiago, no es necesario adosar apellido alguno para que sepamos que mencionamos al restaurador Santiago Domínguez, referente de la gastronomía en nuestra ciudad; al otro, si que irremisiblemente tenemos que colocarle el Maiz detrás, para saber que hablamos del magnífico médico, de la extraordinaria persona que fue para todos -sin excepción- Antonio Maíz.
Me gustó la puesta en escena, dentro un marco como es el Teatro Ciudad de Marbella, con un atril central, flanqueado por los protagonistas del acto, uno presente y otro ausente pero siempre representado por su Mari Carmen Jiménez del alma… y al otro lado, la mesa presidencial con los pertinentes cargos institucionales, alcaldesa al frente como no podía ser de otra forma. También destaco los videos que se proyectaron, con el testimonio de personas que han formado parte de las vidas de los homenajeados y, merecidamente reconocidos
Emotiva me pareció la lectura que hizo la hija de Antonio, quien hizo una semblanza exacta de su padre, un recorrido por su forma de ser, por sus pasiones, aficiones y por ese especial cariño a esta tierra que le vio nacer. Tanto que hasta a la alcaldesa se le quebró la voz (eso ya dice mucho…). Enhorabuena por provocar esas humanas reacciones en personas, acostumbradas a mantener la templanza.
A las grandes personas, como es Santiago y como era Antonio, hay que hacerles esos homenajes de la forma en que se han hecho. Por quien llevan Marbella en la cabeza, en el corazón… o en sus manos, tanto en las de un experto en dar de comer, en el caso del burgalés con pasaporte marbellí, como en las de un especialista en el arte de sanar, en el caso del recordado marbellero.
Felicidades a los honrados, en el caso de Santiago, de forma personal te lo hago llegar, y en el caso de mi querido amigo (siempre recordado, especialmente el Miércoles Santo cuando me enfundo la túnica morada), Antonio Maíz, a través de Mari Carmen, sus hijos (que son unos cuantos…) y sus amigos (que son innumerables).
Establecer como página de inicio
Añadir a favoritos
