He podido leer este pasado fin de semana un reportaje relativo a la pujanza de Marbella como destino comercial y como punto donde todas las marcas (las que faltan por llegar) desean establecerse, al hilo de la reciente apertura en una localidad limítrofe, de la última de las grandes firmas de la moda actual (en versión, eso sí, de bajo coste), y sobre la cual se recibieron más de 21.000 solicitudes de empleo para casi 125 plazas. Y he leído que podría también arribar a nuestra ciudad, sabedora del potencial y el mercado que aquí se establece.
Se comenta que ya ha entablado negociaciones con la propiedad del centro comercial La Cañada, respecto a lo cual se dice que el necesario espacio para una tienda de sus dimensiones, requeriría una cierta remodelación en la localización de otros negocios para que pudiera establecerse. Pero, al mismo tiempo, otras de las opciones que se barajan es el edificio que, casualmente, construye el dueño de aquel centro comercial, en el centro de Marbella, en la antigua Casona Sindical (por cierto, habiendo acotado parte de la acera de la calle Antonio Herrero, y usando el lateral del inicio de Ramiro Campos Turmo diariamente, hasta las 20.00 horas, para no sé qué fin..)
En la referida noticia que leí, se mencionaba que esta segunda opción era la más deseada desde el consistorio, con el objetivo de la necesaria (y urgente, no lo olvidemos) revitalización del centro de la ciudad, que desgraciadamente languidece desde hace años. Espero que la apuesta del Ayuntamiento porque esa conocida marca de moda se asiente en el centro de la ciudad, no sea sólo una declaración de intenciones. Sería más que interesante que ese apoyo se tradujera en reuniones con los directivos de la marca irlandesa para convencerles firmemente de las bondades de esta zona de Marbella, de los planes de futuro con su posible peatonalización (si es que se hace…), de la cercanía de lugares como la zona más antigua y comercial, pero siempre combinado con la definitiva solución del aparcamiento, sabedores que el Francisco Norte se encontraría a escasos metros, aunque en la mencionada parcela donde se erige el edificio, al menos se construyen (a la vista del huevo ahora existente) tres plantas de estacionamiento.
No puedo sino apoyar que las grandes marcas vuelvan a asentarse, tanto en la principal vía de la ciudad, como en el contiguo, maravilloso (y único) Casco Antiguo. El centro muere poco a poco desde hace tiempo, y hay que tomar, de una vez por todas, acciones para que deje de ser ese lugar muerto a partir de cierta hora, y mejor no hablar de los fines de semana (que parece una ciudad fantasma). Es realmente penoso dar una vuelta un viernes o sábado tarde por el lugar que debería estar más animado (como ocurre en cualquier lugar del mundo), y apenas cruzarte con gente.
Y desde la administración local, como ya en este humilde espacio de opinión se dijo (ver La Trastienda del 02/09/2013, titulado “Luces para Ricardo Soriano”), deben llevarse a cabo las necesarias actuaciones para que la principal avenida de la ciudad tenga una iluminación acorde con su importancia y ubicación. Por ahí empieza, a mi entender, el acreditado interés consistorial para que resurja el centro, para que marcas como la que tiene interés en llegar a Marbella, lo haga ahí y no al conocido centro comercial, que no haría sino aumentar las ganancias de su propietario. Porque, si bien es cierto que la apertura en el referido edificio en construcción, conllevaría pingües beneficios para ese mismo propietario, pero ayudaría a recuperar la vida en el centro de Marbella.
Por eso, hay que convencer a los irlandeses de establecerse en Ricardo Soriano, por favor.