Luces para Ricardo Soriano

Llevo tiempo apreciando la más céntrica y amplia avenida de Marbella, sobre todo el tramo de Ricardo Soriano, con un acuciante déficit de iluminación. Aquellas farolas con bolas blancas (si bien son originales) no es que iluminen mucho, algunas están fundidas cuando no rotas por la acción de algunos desaprensivos. Por otro lado, las farolas altas (destinadas a la calzada) no poseen mucha potencia. Por ello, la luminosidad depende en exceso de los establecimientos (muchos cerrados) situados en ambos márgenes así como de la presencia de vehículos. No creo que sea una buena imagen para vender, que principal arteria que atraviesa la ciudad tenga una oscuridad no muy acorde con la importancia de la vía.

 

La veo excesivamente oscura, en comparación con otros puntos de la ciudad con mayor presencia de luz, con farolas que producen una mejor y mayor iluminación. Últimamente, Ricardo Soriano se ha convertido en una avenida por la que, a partir de cierta hora, no existe apenas tránsito de personas por las aceras, salvo en el inicial tramo en donde se sitúa la farmacia Berdaguer, que con la parada de autobús y enfrente la de taxis, hay cierto movimiento de personas. Pero de ahí en adelante, hasta la calle Calvario, pocas personas te cruzas a una hora no muy intempestiva que digamos. Y más allá, en dirección al Pirulí, ni digamos… Pero es que, si ya de por sí, y es algo que choca (pese a estar acostumbrado), a la ausencia de personas unimos ausencia de luz, la cuestión se vuelve complicada, cuando no peligrosa. Peligrosidad porque en ocasiones, personas que cruzan por lugares no habilitados apenas son perceptibles hasta que no los tienes prácticamente encima, y los reconoces gracias a los faros de tu vehículo (coche o moto). Todo ello podría evitarse con una mayor luz en esa principal avenida de la ciudad.


Iluminación en la avenida del Mar (izq) y en la avenida de Ricardo Soriano (dcha). 

 

Por el contrario, hay que dar la bienvenida a la nueva iluminación de la no menos céntrica Avenida del Mar. Desde su remodelación (a su actual configuración), que data del año 1991, cuando se construyó el aparcamiento subterráneo, las mismas farolas de corte excesivamente moderno (con una chapa en la zona superior), habían convertido la zona en un lugar con un claro déficit de iluminación. Las nuevas farolas, mucho más prácticas sin duda, otorgan a la peatonal vía, una categoría que la hace más atractiva sin duda. Enhorabuena en ese punto.