No pude, por cuestiones de tiempo y de (benditas) obligaciones profesionales, escuchar la reciente entrevista a la alcaldesa de Marbella en Onda Cero. Pero gracias a esta maravilla tecnológica que es Internet y los archivos de audio libres y disponibles para cualquiera, pude escuchar y analizar a posteriori las declaraciones de la regidora, intentando llevar a cabo un estudio pormenorizado de sus palabras. Con la posibilidad de parar, retroceder, volver a escuchar cada una de las frases de la entrevistada (en este caso, la máxima responsable de nuestra ciudad), quise sobre todo pararme en ciertas de las numerosas cuestiones tratadas en la mesa del estudio de radio del Edificio King Edward, principalmente en el aspecto de las contrataciones en el consistorio, la posibilidad (o no) de despidos, al margen de las inversiones, los proyectos que están pendientes y que son deseados por todos, etc.
Buenas y variadas preguntas de los periodistas -además de amigos- Concha Montes y Julio Rodríguez, aunque siempre al oyente (en este caso) le falta ver/escuchar un poco más de contundencia en ciertas cosas que la calle comenta, opina, sabe… Es una percepción personal, y una apreciación desde mi punto de vista y desde el prisma que tengo para ver las cosas que pasan en este pueblo mío. A veces no se mete el dedo al entrevistado, sea quien sea y pese a quien le pese, aunque también conozco que desde las instituciones no siempre se deja preguntar todo lo que se quiere, y hay intereses en uno y otro sentido que hacen que las cosas sean tal que así. La entrevista estuvo muy bien preparada, pero es que, como diré e insistiré, son tantísimos temas para hablar…
Eso, que son cientos (o miles) los temas encima de la mesa para ser comentados con Ángeles Muñoz (podrían haber estado una semana entera sin parar), pero creo que la temática podría dividirse en varios bloques:
- Asuntos de inversiones (aparte del Proyecto La Bajadilla): es innegable que los ciudadanos nos alegramos con proyectos que esperamos vean la realidad, como la Universidad Internacional; o la peatonalización de Ricardo Soriano; nadie va a ocultar que deben salir adelante cuestiones como la cubierta del Soterramiento. Ahí estuvo la alcaldesa en actitud, a mi entender, positiva (como debe ser)
- Asuntos laborales: me paré especialmente al escuchar este apartado laboral del Ayuntamiento, y no porque me interese a título personal (no tengo familiar alguno colocado), aunque poseo muchos amigos trabajando en el consistorio. Es un asunto que me preocupa, no sólo por que puedan existir despidos, es que tengo muy claro (y siempre lo he dicho) que sobra mucha gente en el Ayuntamiento, así de claro y así de simple, que muchos han entrado sin proceso administrativo-legal alguno, y la “atrofia” de personal municipal repercute en el resto de la ciudadanía y en las inversiones que la administración local debe efectuar. Todos o muchos sabemos de la existencia de datos objetivos como que el vergonzoso 81% del presupuesto municipal se destina al apartado de Personal (a pagar nóminas), y eso es lo que es; pero cuando llegan afirmaciones como que los servicios se están prestando perfectamente, personalmente es algo que pienso debe matizarse (hay demasiado “zascandil” con especiales dote para el “escaqueo” o demasiados que no dan un palo al agua, pero también hay excelentes profesionales y gente muy “apañá”). Afirmó algo que todos percibimos, en cuanto que hay que recordar, hay que hacer un esfuerzo personal dando tranquilidad, que la plantilla lo sabe y no es el primer ajuste, que se hará con las mejores intenciones…. Palabras de una política, claro está.
Pero como ciudadano, y con todo el cariño, no puedo creerme la afirmación “cuando llegué había más de 3.400 trabajadores y actualmente hay 3.100”. No quiero mentiras (como titulo este artículo de hoy). ¿Qué no ha aumentado la nómina municipal? ¿Qué no hay enchufados por el actual equipo de gobierno? Todos estamos al corriente, y ahí es donde eché sinceramente en falta algo de contundencia en los entrevistadores, que hay una larga, larguísima lista de colocadetes en el Ayuntamiento, y me refiero a algunos (solo) de los que todos sabemos: que si el que no vale ni para llamar a la puerta pero está colocado por ser amiguete de o hijo de; que si la señora que ganó mucho dinero en épocas de vacas gordas inmobiliarias pero ahora, venida a menos, también se la sitúa; que si el marido de una trásfuga que ahí está, que si el Departamento de Prensa del consistorio parece el de un Ministerio, y un etcétera más largo que un pipí bajando toda la calle Peñuelas en la Divina Pastora (cuya remodelación también mencionó la regidora, por cierto). Espero y deseo que sean ciertas las palabras de la alcaldesa al afirmar que expondrá el plan de ajuste a asociaciones de vecinos, de empresarios… para dar opiniones. Y que podamos opinar.
- Asunto La Bajadilla: sin lugar a dudas la alcaldesa debe defender (como hace) el proyecto prioritario para la ciudad, debe pedir (como hace) flexibilidad a la Junta, aunque también es cierto -y esta Trastienda lo he comentado- los ciudadanos quieren saber y quieren tener noticias del concesionario, del Jeque que no abre la boca. Particularmente creo que debería habérsele preguntado a la alcaldesa si desde el Ayuntamiento se ha llamado, como socio del jeque que es, advirtiéndole si lo va a hacer o no, o si se le ha hecho saber (y así decírselo a los vecinos) que el oscurantismo reinante debe dejar de serlo. Porque como yo, como el lector, como cualquier convecino que se precie, sólo se quiere saber la verdad, que se nos digan las cosas claras, no que los protagonistas callen, y que Al-Thani no abra la boca (y no se le exija que hable porque se pudiera molestar…). En ese aspecto, eso es lo que tiene “mosqueado” al personal en Marbella.
- Asuntos de ingresos: dentro de la normalización urbanística (y jurídica) que se está consiguiendo, y tras mencionar Muñoz que algunos no tienen para pagar esas compensaciones por la situación del mercado, en cuanto a las previsiones de ingresos, creo que no se preguntó por las compensaciones (¿o son multas?) que debe pagar por ejemplo, La Cañada, que si dispone de liquidez y capacidad económica para afrontarlas. Pero mutis con ese tema y su propietario.
La alcaldesa, que tiene una alta categoría política (es algo innegable, a mi parecer), sabe responder con clase y educación las cuestiones que le plantean. Me paré, dentro del listado de bloques antes aludido, a escuchar algunos con más interés que otros (aunque no quiere decir que no fueran interesantes, que lo eran todos). Al final, y antes de la reseña que Julito Rodríguez hizo sobre la entrevistada, un tema que podría ser espinoso para Ángeles Muñoz, y que salvó con maestría torera aunque es algo que me gustaría también comentar: si bien son ciertas sus palabras sobre la clase política, no a nivel nacional sino al interesado nivel local, y que ella como regidora no percibe rechazo alguno y en la calle se la quiere: es simpática, natural, afable, tiene una preparación alta, pero ¿y los que la rodean? De muchos no se posee en la calle la misma imagen que de ella (creo, por lo que se, que tiene constancia de ello, pero la situación es la que es, y sabe de boca de sus propios militantes y simpatizantes, que ciertos personales no son beneficiosos, pero ahí siguen, tal vez porque no se les conoce oficio alguno más). Por eso, en ese punto percibí la última de las faltas de cierta contundencia en los profesionales de la información, para dejar caer que en la calle se percibe, el hartazgo que si mencionaron, pero centrado en el mensaje que puede el equipo de gobierno (y por tanto, el PP) estar haciendo llegar en ciertos casos a la ciudadanía (pero de eso, en otra Trastienda hablaremos, por cierto, en sintonía con unas declaraciones de la alcaldesa de Madrid, Sra. Botella)
Yo, a los políticos, a los gestores de lo público, sean alcaldesas, concejales, o jefes de distrito, sólo les pido dos cosas ante todo, y que no suelo perdonar en su falta: honradez y veracidad. Que no mientan sobre todo.