El Ayuntamiento de Marbella, con buen tino, hace tiempo que declaró la guerra a la publicidad masiva en lugares públicos. Existían puntos donde la proliferación de carteles sobrepuestos unos sobre otros suponían una más que nefasta imagen de la ciudad. Con retirada, chorro a presión incluido y con imposición de multas a los anunciantes que aprovechen cualquier espacio para instalar cartelería, el consistorio pretendía suprimir esa práctica habitual de colocar carteles y publicidad de todo tipo, sin la pertinente autorización, y sin preocupación alguna por la estética de Marbella.
De nada valdrá la actuación municipal cuando se permite a ciertos entes asociativos, llenar toda una zona de la ciudad con carteles alusivos y promocionales de una verbena, velada, festival o como quiera que pretendan denominarla ahora (últimamente, aquellas verbenas se han convertido, de repente, en veladas). Entonces ¿se puede o no se puede publicitar actos en espacios públicos? Porque un monolito con la denominación de la calle es claramente un espacio público; la fachada de una casa es espacio ¿privado o público? ¿Habrán solicitado permiso al dueño del inmueble para colocar carteles sobre el muro exterior de su propiedad?
No me sirve la excusa que se trata de un evento organizado por una asociación de vecinos, con aparente ausencia de ánimo de lucro, porque la normativa local sobre el asunto en cuestión es la misma para todos, sea una asociación, federación, agrupación, empresa, holding o un simple particular el organizador del evento. El Edicto que aprueba la Ordenanza municipal sobre protección de los espacios públicos del municipio de Marbella, de fecha 14 de mayo de 2010, es el mismo para todos, no existiendo exenciones subjetivas, esto es, excepciones para asociaciones de vecinos.
Una rápida lectura de la referida ordenanza, en su artículo 14.2, establece -entre otras cosas- la prohibición, salvo autorización municipal, de colocar cualquier tipo de anuncio en fachada de edificios públicos o privados, porches, marquesinas, mobiliario urbano, arbolado, muros, túneles, pasos subterráneos y, en general, fuera de los lugares especialmente habilitados. Por tanto ¿existirá autorización municipal en ese sentido? Seria, cuanto menos, extraño, que se propugne la eliminación publicitaria y se permita por otro lado la colocación de carteles. Precisamente, el artículo 15.a de la mencionada normativa regula cuando podrá autorizarse, y establece que cuando se celebren en la ciudad acontecimientos culturales, artísticos o deportivos “de relieve”. Por tanto ¿es de relieve un evento como esa velada/verbena/fiesta para ostentar una expresa autorización?
De nada nos sirve que se promocione la eliminación de publicidad en espacios públicos y, por otro lado, se haga la vista gorda con ciertas actuaciones, todo porque es una determinada asociación. Sin pretender levantar polémica, las cosas hay que contarlas como son. En tal sentido, hace años publiqué un artículo sobre la asociación en cuestión, que se hace llamar Calvario-Huerta Belón, y afirmé que nada tiene que ver la calle Calvario con toda la Huerta Belón, de igual forma que ésta no tiene nada que ver con Jacinto Benavente (a donde también se extiende dicho ente vecinal) ni con La Merced, ni el Mirador o El Higueral. En aquel artículo defendía que muchos vecinos que llevábamos más de tres décadas viviendo en la Huerta Belón, nunca habíamos recibido notificación ni convocatoria alguna acerca de la intención -de no sé quién- para constituir una asociación vecinal que, aparentemente, defendiera los intereses y derechos de los habitantes de esa zona de Marbella, privilegiada sin duda por su céntrica ubicación y su tranquilidad al mismo tiempo. Entonces y ahora, sigo defendiendo la teoría acerca de las intenciones de esas asociaciones vecinales, que buscan algo más que la salvaguarda de los intereses vecinales únicamente. Posterior y recientemente, puesto en contacto con diferentes comunidades de propietarios de la zona, sus representantes me han confirmado la nula relación que tienen con la asociación “vecinal”, por razones de absoluta incompatibilidad en cuanto a fines, unos dirigidos a la defensa de los intereses vecinales y otros enfocados a salir en la foto sobre todo, cuando no participar en la ceremonia de entrega de medallas (uno de los hobbies preferidos de muchos, el medalleo…).
Hace meses, en la zona (Huerta Belón), y en concreto en determinada calle, los vecinos hemos tenido que solucionar de motu propio, contrariedades con el Ayuntamiento y la determinación –caprichosa y sin falta de razonamiento lógico- de modificar las aéreas de estacionamiento, creando con ello problemas donde nunca existieron en más de cuatro décadas (¡¡cuatro décadas!!) Entonces, ¿donde estuvo la asociación “vecinal” para defender los derechos de los propietarios? ¿Saben que se ha tenido que batallar con la administración, que nos hemos visto obligados a la solicitud de vados cuando nunca han sido necesarios, insisto, en más de cuarenta años? ¿Dónde se encontraban los representantes vecinales? ¿Tal vez, en sus logrados puestos de trabajo con vinculación a los regidores? Puede que sí…
Mientras, las calles de Huerta Belón aparecen atestadas en muchos puntos, con cartelería promocional de un evento, cuando si una entidad mercantil pretende publicitar una actividad, se le ponen mil y una trabas, pese a que el acontecimiento si sea relevante a nivel promocional para Marbella. En cambio, a una determinada asociación vecinal, se le permite colocar decenas de carteles en la vía pública. ¿La normativa es la misma para todos? ¿Si organizo a título particular, un evento, me dejarán colocar carteles? Puede que no…