La semana pasada fue igualmente una de las noticias más destacadas, aunque como es habitual, no ya en esta ciudad sino en este país, otras informaciones tapan ciertas cuestiones que parecen tener mayor calado. Aunque para el gremio de los taxistas en Marbella es un tema de vital importancia, y no les falta razón.
Todo comenzó con la noticia publicada por Marbella24horas en cuanto al apoyo del Ayuntamiento de la ciudad a los representantes del sector, todo porque, como se informó, “desde hace varios meses, una parte de los taxistas de la capital está intentando que se derogue el decreto 11/1985, que posibilita que los taxistas de Marbella puedan recoger usuarios en el aeropuerto” (noticia del 16/01). Hay que aplaudir el apoyo consistorial al gremio de los profesionales del volante, como no podía ser menos. Los argumentos, igualmente, son fáciles de defender, aunque parece que a los homónimos de la capital no les parece muy justa la mencionada normativa, y piensan que el Aeropuerto es de Málaga capital, olvidando por un lado que el aeródromo se ha construido, ampliado y remodelado con fondos de todos los malagueños, andaluces y españoles (incluidos los marbellíes, esteponeros, fuengiroleños, manilveños y mijeños, entre otros), y por otro, no quieren recordar que hace meses se redenominó el recinto aeroportuario y ahora se llama Málaga-Costa del Sol (como no podía ser de otra forma, la gente viaja no sólo a Málaga, sino a la Costa del Sol, sobre todo).
Pero es que la argumentación, de auténtico peso, de los taxistas (y con el Ayuntamiento de Marbella apoyándoles) es tal como que el 70% de los viajeros que llegan no tienen como destino la capital Málaga -según datos proporcionados por la propia AENA- sino que se dirigen a distintos puntos de la provincia, con Marbella se forma mayoritaria (pese a quien le pese…). Y eso es algo que he podido comprobar personalmente en mis regresos a la ciudad por la Autovía A7, donde es fácilmente perceptible encontrarme con decenas de taxis malacitanos (con su franja azul oblicua) con viajeros, enfilando alguna de las localidades de la Costa del Sol, Marbella sobre todo.
¿Por qué no van a poder recoger viajeros los taxistas marbellíes (que son los que, ante todo, me importan y preocupan), antes de regresar a la ciudad si han llevado a un cliente al aeropuerto? ¿Es que piensan los malacitanos que el aeródromo es propiedad suya? ¿Bajo qué criterio o razonamiento lógico exponen que tienen el monopolio para transportar viajeros que aterrizan en suelo malagueño? ¿Con el argumento de que se encuentra en el término municipal de Málaga?
Suelo viajar motivos profesionales y con asiduidad a Barcelona, conociendo por tanto bastante bien su aeropuerto. Pues dicho recinto, hasta el 6 de junio de 2011, tenía por nombre oficial
Aeropuerto de Barcelona, cambió a
Aeropuerto de Barcelona-El Prat a pedido del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat, haciéndose efectivo unas semanas después. De igual forma, el conocido como
Aeropuerto de Madrid-Barajas, sus cuatro terminales se localizan en el término municipal de Madrid, pero el campo de vuelos se extiende también por Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y Paracuellos del Jarama. Siguiendo el razonamiento de los taxistas malacitanos, ¿podrían sus homónimos de la Ciudad Condal recoger viajeros en El Prat? ¿Los de la capital del reino, podrían porque las terminales están en el término municipal de Madrid? Pero ¿y si contamos las pistas de aterrizaje, que están hasta en cuatro diferentes municipios?
La cuestión parece que ha pasado de castaño oscuro y han existido hasta agresiones a profesionales de Marbella por parte de sus “colegas” en la capital, por lo que desde el consistorio se va a trasladar el acuerdo a la Subdelegación de Gobierno de Málaga para tomar medidas policiales (entiendo), solicitando también a la autoridad competente de la Junta de Andalucía que inicie el expediente para la creación de un régimen especial que permita a los titulares de licencias de taxis de Marbella recoger viajeros en la Estación María Zambrano-Málaga, es decir, en el AVE, que también se ha construido con las “pelas” (o “leuros” que diría el maestro Carlos Herrera) de todos y no sólo de los taxistas de la capital de la provincia y sus convecinos.
Y es que la crisis azota a todos, los profesionales del volante -leía hace poco- se están viendo igualmente afectados y de forma especial, con una reducción ostensible y alarmante de sus ingresos, con un alza en los costes (principalmente del carburante) pero no es cuestión de que se pretenda la derogación de una norma autonómica, como es el Decreto 11/1985, por el que se regula la contratación previa en vehículos de servicio público discrecional de transporte interurbano de viajeros por carretera con capacidad inferior a diez plazas, incluido el conductor, para la recogida de viajeros en puertos y aeropuertos de Andalucía .
Me he tomado la molestia (que no es tal, sino únicamente una expresión) de conocer la norma en cuestión y lo cierto es que en la Exposición de Motivos del Decreto se establecen las líneas maestras de lo que posteriormente se desarrolla. Afirma que uno de los objetivos es lograr una actuación especialmente dirigida a la adecuada ordenación y coordinación de los servicios en aquellas zonas en las que los mismos tengan un carácter mayoritariamente interurbano y esencialmente supramunicipal (¿aeropuertos y estaciones de tren? Creo que si…¿no?). También se menciona que se exceptúan de la norma general establecida, en cuanto a la forma de prestación de los servicios cuyos tráficos afecten a varios municipios, aquellos que pudieran efectuarse con origen en puntos tales como puertos, aeropuertos, etc.. (parece que queda claro… ¿no?), precisando que en aquellos supuestos en los que se dé la contratación previa del servicio, se posibilita que órganos competentes puedan establecer las condiciones específicas en las que, en ambos casos, los vehículos provistos de autorización de transporte interurbano pudieran recoger viajeros fuera de su municipio de origen y ello con total independencia de lo que, en la citada norma, se regula sobre la posibilidad de constitución de Áreas de Prestación conjunta (esas áreas de prestación conjunta, parece que puedan ser aeródromos y estaciones ¿no?)
La regidora, que se mantiene firme en su apoyo al gremio taxista marbellí, ha afirmado que no sólo se opone a la medida de pretendida derogación de la actual normativa, sino que quiere ir más allá y solicitar que, los taxistas de Marbella también puedan trabajar en la estación ferroviaria al ser una infraestructura provincial, esto es, pagada por todos (los malacitanos, los fuengiroleños, torremolinenses, mijeños, esteponeros, manilveños… y los de Marbella también).