Una calle: Doctor Paco Cantos Moyano

Su hija recordaba como Marbella fue el escenario de sus novelas “Crónica de las buenas gentes”, finalista del Premio Ateneo de Sevilla, con la editorial Planeta, una novela costumbrista de la Marbella del Siglo XIX. Su segunda novela, “Los Días señalados”, publicada a título póstumo, se sitúa a finales del Siglo XIX, de nuevo en su querida ciudad.

 

Paco Cantos Moyano era médico de profesión y escritor por vocación, pero tremendamente comprometido con la vida social de este, su pueblo. Colaborador en numerosos medios de comunicación, fue también fundador de la Hermandad de Romeros de San Bernabé, participando activamente en su semana cultural denominada “ Raíces de Marbella”, y llegando a escribir el himno a nuestro Patrón, San Bernabé, junto a su gran amiga Ana María Mata, siempre con la música de Rafael Fuentes.

 

Mis recuerdos de Paco (simplemente por edad) siempre están ligados a su labor médica. Después de mi pediatra (Doctor Paco Azuaga), Paco fue mi médico y, gracias a Dios, pocos facultativos más he tenido que conocer. Por eso, si hablo de profesionales de la Medicina, únicamente me puedo acordar del protagonista de esta Trastienda de hoy. De su amplio conocimiento muchos marbelleros podemos dar fe, inicialmente en esa Clínica Gálvez situada en la zona del Monte de Piedad, primero como practicante, luego como todo un Doctor en Medicina, y posteriormente en su consulta del Edificio Jacaranda. Aún sigo tomándome ciertas medicinas que, en recordadas gripes infantiles y en visitas médicas a casa, Paco me recetó. Y son mano de santo sin lugar a dudas… Nunca mejor dicho, pero menudo ojo clínico tenía.

 

Por ello, como en los comentarios plasmados en la publicación que su hija Belén hizo recientemente, alguien (en este caso Ricardo Sánchez Bocanegra) se aventuró a lanzar un guante para que Paco Cantos Moyano tenga una calle, desde esta humilde columna de opinión pongo mi nombre, firma, rúbrica, DNI y lo que haga falta, porque creo que la figura de este gran médico y mejor persona, merece que generaciones futuras lo tengan presente cuando paseen por su Casco Antiguo.

 

Todo ello, máxime cuando, hace años también se hizo justicia con su progenitor, recibiendo ese merecido homenaje en nombre de plaza, el más que recordado Manolo Cantos (Manolito para todos, por su pequeña estatura, su paso acelerado, cigarro en boca, y su grandísimo corazón). Plaza Practicante Manuel Cantos, aunque muchos sigan llamándola como su anterior denominación (Plaza Tetuán), o su nombre popular, “Plaza del Maverick” (por el conocido pub irlandés allí situado).

 

Sólo quedaría determinar el emplazamiento para esa calle. Creo que debería ser un vía especialmente vinculada con Paco, y de eso, los más mayores del lugar, sus hijas y su familia, seguramente podrán ayudar a las instancias pertinentes.