Este verano, aunque nos pese, va llegando a su fin (aunque nos quede el agradable septiembre), todos somos conscientes que en el noveno mes nos quedamos prácticamente en familia, vuelven los quehaceres diarios, las obligaciones ordinarias y todo vuelve a su sitio. Vamos poco a poco abandonando playas, clubes de playa, conciertos, moragas, paseos por la zona más cercana al mar, hasta que nos llega mediados del próximo e inminente septiembre, y con los más pequeños metidos en la vorágine escolar, decimos aquello de “el final… del verano… llegó…”.
Será entonces hora de hacer balance, caja, números y comprobar algo que hemos podido leer todos: el verano en Marbella ha sido magnífico. ¿Realmente se ha notado en las cajas registradoras de los negocios, la gran afluencia que hemos tenido? Gente sí que ha habido, pero ¿con alegría? ¿Sigue habiendo mucho paseo, mucha foto pero poco gasto? ¿Se están imponiendo los modelos de negocio de montadito a un euro o cubo de cinco botellines de cervezas a tres euros, como me decía una conocida días atrás? ¿Realmente nos interesa eso, o potenciar un turismo no sólo de alto standing -que lo tenemos ya- sino de cierta calidad? Creo que Marbella debe ofrecer de todo en su gama de negocio, pero hay que tener claras ciertas cosas. Pero de eso hablaremos tranquilamente otro día.
Hoy tengo que mencionar que nuestra ciudad ha sido noticia (también) porque ha albergado en estas tierras al protagonista del culebrón futbolístico, no del país, ni del continente, sino del mundo entero. Gareth Bale, el galés que si no ha fichado ya, está a puntito de hacerlo, por todo un Real Madrid, ha aterrizado (no literalmente pues sabemos que no disponemos de aeródromo) en Marbella, para desconectar de la grandísima presión a la que debe estar sometido estos días y estas semanas. Lo anunciaba, casi en primicia, Marbella24horas.es, gracias al seguimiento del compañero Zamora. ¿Por qué ha venido hasta Marbella cuando existen cientos de destinos para esconderse? Pero no sólo arribó el galés, sino que hasta el máximo dirigente de la Casa Blanca, el todopoderoso Florentino Pérez estuvo reunido con diversos periodistas en un conocido restaurante del Paseo Marítimo ¿Qué tendrá este pueblo para haber sido lugar veraniego de negociaciones por varios futbolistas? Sólo hay que hacer memoria para recordar reuniones al más alto nivel y con la mayor de las discreciones en nuestra ciudad (pese a ser captado por los reporteros gráficos), para tratar fichajes de varios jugadores o entrenadores, sobre todo en la época de Lorenzo Sanz, habitual desde siempre en los veranos marbellíes, aunque el actual presidente merengue no es la primera vez que “baja” a Marbella para negociar un fichaje.
Y dentro de Marbella, existen varios hoteles de la máxima categoría en los que se podía haber refugiado el galés, pero no sé si el propio jugador o más bien sus asesores, han elegido el complejo La Trinidad, justo debajo del palacio del Rey Fhad y a escasos metros de la conocida discoteca Olivia Valere. Por razones profesionales conozco ese complejo, desde que en la época dorada fue construido y vendido a precios que partían desde los 600.000 euros hasta algunos millones, dependiendo de la propiedad. Situado en un enclave privilegiado, es una urbanización en donde tanto futbolistas de la Premier League (primera división inglesa) como personas vinculadas al fútbol en las islas británicas, poseen inmuebles ahí. Supongo que diversos contactos son los que han propiciado que el protagonista del fichaje más caro de la historia del futbol mundial, antes de estampar su firma por el club más laureado del planeta (es un dato objetivo, sin que influyan los colores al escribirlo), haya pasado las horas y días previos, en Marbella. Es un fortín prácticamente inexpugnable, aunque pese a ello, la profesionalidad de algunos informadores ha permitido obtener imágenes del galés en la piscina.
Si ya el Starlite Festival ha colocado a nuestra ciudad casi diariamente en la información nacional, ahora nos viene lo del futbolista. Después de lo que hemos pasado años atrás, nos tocaba tener esta suerte. Hasta nos vale lo de Bale…