En unos días pasados en los que otro de los más importantes actores de la industria cinematográfica, español, malagueño, y vecino nuestro, Antonio Banderas, era noticia por cuestiones relacionadas con su morada marbellí, saltaba la primicia sobre la adquisición de un inmueble por George Clooney, que se suma a la de decenas de famosos que disponen de casa en nuestra ciudad, algo que contribuye a nuestro relanzamiento como destino preferente y único.
Sin duda, la publicidad (en este caso, positiva) que ha otorgado la llegada del admirado actor a estas tierras, no está pagada pues ha sido portada de periódicos, revistas y programas de televisión -este caso, a nivel nacional-. Por un lado, lo que más ha podido llamar la atención ha sido el precio de compra (cuatro millones de euros) que si bien en ciertos ámbitos puede parecer algo exagerado, para Marbella y para quienes sabemos los precios que pueden tener suntuosas propiedades, no nos ha hecho llevarnos las manos a la cabeza. Pero por otro lado, lo que más debe destacarse es la apuesta que hace alguien conocido en todo el mundo, por Marbella, algo que deber ser visto como un signo acerca de una cuestión que siempre se ha mantenido: seremos los primeros en salir del dichoso bache.
Que Clooney haya comprado una casa en Marbella, lógicamente no significa el adiós a la maldita crisis, pero si demuestra que tenemos (y mantenemos) la marca de calidad por encima de todo, muy lejos de todo aquello que algunos han intentado. Que una estrella internacional haya puesto sus ojos en nuestro término dice muchas cosas: la zona que buscaba el artista sólo podía encontrarla aquí; los recursos que ofrece la ciudad han sido, seguramente, tenidos en cuenta y aunque no es que vaya a salir a cenar cotidianamente, si se escapará a buen seguro, a probar muchas de las delicias culinarias presentes en nuestro pueblo; la calidad de las construcciones junto a los servicios inherentes a las mismas sólo pueden encontrarse al abrigo de Sierra Blanca (la montaña) aunque todo indica que la “chozita” pudiera estar en la urbanización del mismo nombre… Pero es que además de la inversión inmobiliaria, la estrella “hollywoodiense” puede que lleve a cabo negocios de diverso tipo en la ciudad. Eso es mucho más que importante. Creación de riqueza y trabajo.
A partir de ahora, toda vez que parece ser que ya vendió la propiedad que poseía en el selecto lago italiano de Como, arribará a menudo por estas latitudes, sin duda alguna, con mejor tiempo que la zona lombarda.
Otras cuestión que igualmente ha llamado la atención ha sido el secretismo y la discreción con la que todo se ha llevado a cabo, algo difícil en un mundo (el inmobiliario) algo carente de seriedad en ciertas ocasiones. Eso también es algo motivo de admiración. Intermediarios dotados de una profesionalidad fuera de toda duda también los puede encontrar aquí, aunque en otras épocas hemos tenido demasiado “buitre” pululando a olor del dinero.
La lista de famosos (con mayúsculas), o más bien, personas de interés para Marbella, ya es larga, pero todo parece indicar que seguirá ampliándose puesto que convencido estoy que el vecino Clooney invitará a tomar café (por aquello de los anuncios que hace) a colegas del séptimo arte y que encandilados, también se quedarán fascinados con esta tierra. Seguirá funcionando la mejor estrategia promocional que tenemos, el boca a boca, porque seguro al protagonista de cintas como la saga Ocean’s, El Pacificador o Un Día Inolvidable entre otras, alguien le habló de las bondades marbelleras, y que dentro de la industria del séptimo arte hay unos cuantos que las conocen.