Venimos predispuestos biológicamente para mantener un equilibrio, una homeostasis. Y para conseguir eso, nos enseñan a mantenernos fieles a unos valores o creencias dados por nuestra sociedad, por nuestro grupo de referencia (ya bien sea familia, amigos, compañeros...). Nacemos y somos educados para permanecer estáticos. Conformarnos. Creer en lo permanente, agarrarnos a un objeto o persona como vía de adquirir la felicidad o la seguridad absoluta.
¿Y si probamos a no ser estáticos, a salir de la rutina?
Si hacemos cosas iguales nos pasarán las mismas cosas. Sólo haciendo cosas diferentes nos pasarán cosas diferentes. Prueba a mover ficha. Prueba a romper con los valores predeterminados. De tu cultura, de tu familia de origen…Rompe con tus creencias.
Huye del Ruido
Párate a pensar en las personas que te rodean y haz balance. Todos tenemos a alguna persona “ruidosa” rondando en nuestra vida. Da igual sea amigo, conocido, o familiar. Una persona ruidosa se distingue bien porque es una persona que no aporta nada o su impacto en nuestra vida es negativo, por el motivo que sea.
En palabras de Albert Espinosa, “Todos tenemos un alma sonora dentro, y durante esta vida debes lograr ir reuniendo otras almas musicales a la tuya propia”. Afina tu oído y escucha si hay alguien ruidoso cerca de tí.
No tengas miedo a desprenderte, practica el desapego
Desapego y a veces distancia, dos claves para mejorar tu vida emocional. “No estar apegado no significa que queramos menos a una persona, sino que no estamos preocupados por la relación. Esa es la clave: despreocupación y ausencia de ansiedad, da igual con quien sea el vínculo” (Esta frase la cojo de Walter Riso).
Sorber y soplar no es posible a la vez
Esto es algo a lo que los psicólogos llamamos “Ambivalencia emocional” (estado emocional en el que sentimos emociones contradictorias hacia algo o alguien). Esta bonita metáfora (a la que llamaré a partir de hoy “Metáfora del diente de León”) resume muy bien éste término: “Si eliges la opción de poner distancia con una persona en tu vida (soplar) no esperes nada de esa persona (sorber) porque no se puede sorber y soplar al mismo tiempo”. Decide si sorber o soplar. Sopesa los pros y contras antes de mantenerte o salir de la relación y sé consecuente.
Agradece
Todas las relaciones nos aportan algo, no importa su duración. Todas las relaciones traen consigo un aprendizaje.
Invierte en quien invierta en ti
A veces invertimos en personas que no invierten de vuelta o simplemente en personas equivocadas. Esta frase puede parecer frívola, pero nada más lejos de la realidad… Economizar nuestras relaciones mejora nuestra manera de relacionarnos y nuestra calidad de vida. Elige en quién o en quiénes quieres invertir en este momento.
“A veces ocurre algo excepcional: el cansancio y la toma de conciencia se dan de la mano. Entonces te quitas el uniforme que te han puesto desde niño, que parece más un corsé o una escafandra, y empiezas a moverte a tus anchas: serás tú a cada pulsación, a cada bocanada de aire. Te asombrarás de ser quien eres” - Walter Riso