Gran apertura oficial la que ha tenido este año la Feria del Libro de Marbella, con un magnífico pregón a cargo de Javier Lima, con un contenido variado en el que ha reflejado algunos aspectos que son su pasión como la movilización ciudadana o la definición de un plan estratégico para el municipio.
Ha sido Gema Midón, la responsable de Cultura del Ayuntamiento, la encargada de presentarlo, de forma breve, pero señalando que su elección es un reconocimiento a la labor de la asociación Marbella Activa, de la que Lima es uno de sus impulsores.
El pregonero ha arrancado con agradecimientos a su mujer e hijos y un recuerdo para su madre. "En mi casa había muchos libros, ella me transmitió, no solo su afición por la lectura, sino también por el arte, el cine y la cocina", dijo.
Después, la movilización social llenó una parte importante de su discurso. Dio las gracias a Antonio Figueredo, cofundador de Marbella Activa, con el que llegó a la conclusión de que "la crítica pasiva no sirve para nada si no la conviertes en una acción real y constructiva".
A finales de 2012 nacía esta asociación, hoy ya madura y desde la que se puede constatar que "aquella ciudadanía es más responsable y menos indolente", dijo Lima, quien también destacó la aparición de distintos movimientos ciudadanos en lo que "recibió el nombre de primavera marbellí".
Recordó que entre los objetivos que se plantearon estaba dar a conocer el cargadero de mineral de la playa de El Cable y realzó el trabajo realizado por Cilniana para la puesta en conocimiento del patrimonio de Marbella.
"Este 2015 es el año del Patrimonio Industrial, un buen pretexto para empezar a tomarnos en serio y a recuperar todos esos restos como el Trapiche del Prado o la Ferrería de la Concepción", dijo.
De ahí, su pregón fue a una parte más literaria, aunque vinculada a las ciudades. Habló de su experiencia personal en Edimburgo, donde coincidió con J.K. Rowling "mientras daba vida a Harry Potter".
Ya en referencia a Marbella habló de algunos de sus autores como Ana María Mata, José Antonio Castillo o David Bailón. Citó obras ambientadas en la ciudad, entre las que hay "mucha novela negra y thriller, que se alimentan de esas imagen, mal que nos pese, de excesos, policías corruptos, traficantes, mafias, etc".
"Para mí Marbella ha sido una ciudad pionera e innovadora y su historia nos lo demuestra con hechos", explicó en su pregón, recordando los primeros altos hornos civiles de España "gracias al instinto empresarial de Manuel Agustín Heredia" y otros aspectos como el desarrollo de Puerto Banús.
También hubo mención para el plan estratégico, de cuyo equipo forma parte, que definirá Marbella en clave verde y sostenible, también con una apuesta por la excelencia turística y, además, como ciudad del conocimiento.
"Marbella se debe convertir en una verdadera ciudad en mayúscula donde el conocimiento y la formación integral de nuestros habitantes se encuentre en línea con ese humanismo tan noble heredado del mundo griego", señaló.
"No es una utopía pensar en Marbella como un lugar creativo. Pongamos la intención de crear esa ciudad soñada", concluyó.
El pregón tuvo lugar en el templete de la Alameda y contó con numerosa presencia de público, entre el que se encontraba el alcalde, José Bernal, así como concejales del Equipo de Gobierno como Javier Porcuna y Miguel Díaz.