El marbellí Luis Ángel Maté vuelve a vestir el maillot de líder de la montaña en la Vuelta a España, que ya lució durante 14 etapas en 2018 y peleó hasta el final. Este martes, en la segunda etapa en línea, segunda escapada en la que se ha metido, en esta ocasión acompañado por tres ciclistas más. Ha puntuado en las dos dificultades montañosas de la jornada.
En su última Vuelta, en la temporada de su despedida como ciclista profesional, Maté (Euskaltel-Euskadi) lo están dando todo, viviendo un momento muy dulce a sus 40 años, como el ciclista más veterano de esta edición de la ronda española.
Tras galopar ayer algo más de 140 kilómetros junto a Ibon Ruiz (Kern Pharma), ambos han vuelto a fugarse hoy, en compañía de Unai Iribar (Kern Pharma) y de Xabier Isasa, también del Euskaltel.
Dos ciclistas de los dos equipos invitados, que han vuelto a ser protagonistas de la tercera y última etapa en Portugal con una fuga de 160 kilómetros.
Para Maté, el botín ha sido importante ya que, tras puntuar en las dos dificultades montañosas del día, se ha puesto el frente de la clasificación de la montaña.
Consigue el maillot de puntos azules que ya vistió en 2018, en aquella ocasión durante 14 etapas, tras conseguirlo en la 2ª y hasta la 16ª. Al final acabó tercero.
Hoy ha aprovechado la fuga para pasar primero por el Alto de Teixeira (2ª, km. 84) y por el Alto de Alpedrinha (4ª, km. 148).
Suma 9 puntos en total y mañana martes saldrá con el maillot de la montaña, que ya se ha enfundado esta tarde en el pódium.
La fuga de la jornada, con los cuatro ciclistas, se formó de salida y llegó a tener algo más de cinco minutos de ventaja.
Pero los equipos Visma y Alpecin no permitieron más renta, que se fue reduciendo hasta la bajada del Alto de Alpedrinha, cuando Isasa lo intentó en solitario hasta los últimos 20 kilómetros.
En la meta de Castelo Branco, triunfo para el líder, Wout van Aert (Visma) por delante del australiano Kaden Groves (Alpecin), invirtiendo los papeles de ayer.
La Vuelta 24 vuelve a territorio español este martes en su 4ª etapa, con su primera llegada en alto en Extremadura con una etapa de 170,4 kilómetros entre Plasencia y la cima del temido Pico Villuercas.
Declaraciones de Maté
Tras la etapa, en declaraciones a La Vuelta, Maté se mostró muy satisfecho, ya luciendo el maillot de puntos azules.
"Estoy muy contento, es un maillot muy especial para mí, han pasado seis años, era un objetivo desde el principio de la Vuelta, me ha costado mucho, dos días de largas cabalgadas para conseguirlo y espero defenderlo con todas mis fuerzas", explicó.
Un poco antes, en los micrófonos de TVE, le preguntaron si podría luchar por el triunfo final en la montaña como hizo en 2018.
"De momento es una locura porque todavía no ha empezado la montaña de verdad y hay que ver cómo están las piernas en esa montaña que es la que te da la victoria, pero como de ilusiones se vive y a los 40 también uno las tiene, ¿por qué no?", explicó.
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