Cruz: "Con el Lucena estuvimos hora y media en el autobús hasta que llegó la Guardia Civil"

José Cruz también sabe ya lo que es disputar una fase de ascenso a Segunda División. Allá por la temporada 2012/13, tras dos buenos años en el Sporting de Gijón B, acepta la propuesta del Lucena, "yo llevaba ocho años fuera de casa y me ofreceron la oportunidad de volver a casa y acepté".

Pese a ser un club humilde, el conjunto cordobés ya había jugado por el ascenso una temporada antes "éramos un equipo modesto, pero hicimos un buen grupo, salió todo rodado y conseguimos un playoff que nadie se esperaba".

Una fase de ascenso en la que cada segundo cuenta "estos son los partidos que uno aspira a jugar, los que gustan". José Cruz recuerda aquella eliminatoria ante el Huracán de Valencia "fueron dos partidos impresionantes, por ambiente, por tensión,...".

En casa, el conjunto cordobés lograba imponerse por la mínima (1-0), pero en la vuelta todo se complicó. "Nos hicieron una encerrona, estuvimos metidos en el autobús hora y media hasta que llegó la Guardia Civil", relata el defensa blanquillo, quién añade que "nos tiraron piedras, dieron patadas al autobús y hasta hubo que echar a gente que se coló".

Esto provocó otro momento surrealista, "apenas pudimos calentar cinco minutos, porque el árbitro decía que no se podía retrasar el partido". Pese a todo lo vivido, "tuvimos nuestras opciones para llevarnos la eliminatoria, pero el balón dio en el larguero". Un marcador de 3-0 dejó fuera al Lucena de seguir en la competición.

Sin embargo, su buen año en el conjunto cordobés le llevó al Real Jaén donde vivió "una experiencia increíble". "Los del equipo que hemos jugado en Segunda, sabemos la diferencia abismal que hay con la Segunda B y eso nos motiva querer aún más el ascenso". "Cambia todo, desde los balones,a los estadios, rivales históricos o el ambiente en los equipos", explica José Cruz.

Ahora toca jugar un playoff muy diferente "es el primero de la historia que será así y será complicado como lo son todos". Si bien destaca que "si en cualquier playoff hay poco margen de error, aquí ya no hay nada. Es jugar a vida o muerte, no cometer errores y acertar arriba".

Para ello confía en la fortaleza del equipo, "durante el confinamiento se ve que el equipo ha trabajado bien y lo veo fuerte, muy unido y sabemos que juegue el que juegue lo hará bien".