El Málaga de Lorenzo, Ochoa y Sánchez regresa a Segunda en un día histórico

El fútbol es considerado el deporte rey por momentos como el que ha protagonizado este sábado el Málaga CF. El conjunto malaguista ha logrado un ascenso histórico en un partido absolutamente épico en el campo del Nástic de Tarragona.

Un encuentro que tardará mucho en borrarse de la memoria de la afición blanquiazul que sufrió como nunca para vivir una de las mayores alegrías de los últimos años.

Un equipo que no hace tanto brilló en la Liga de Campeones y que ahora celebra como nadie el ascenso Segunda División. Y es que este Málaga nunca estará sólo.

Y como protagonistas de este dia histórico se encuentran tres marbellíes, que han formado parte del equipo durante toda la temporada y que también han saboreado y disfrutado de uno de los momentos más emocionantes que este deporte ha ofrecido en los últimos años.

El Málaga afrontaba el encuentro con la ventaja del 2-1 de la ida e incluso con una expulsión temprana de Nacho González en el minuto 63. Aún con el empate a cero en el marcador, el partido se le ponía de cara a un Málaga que sufría la hostilidad de la afición rival.

Estaba tan fuera el cuadro malaguista que apenas diez minutos después de la expulsión, el Nástic marcaba y empataba la eliminatoria. Estaban totalmente bloqueados los jugadores de Sergio Pellicer y el marbellí Manuel Sánchez.

De las mejores ocasiones malaguistas, un disparo del también marbellí Dani Lorenzo que se marchaba el palo. Pero con un Málaga demasiado cohibido el partido se marchaba a la prórroga. Quedaban 30 minutos por delante y ese resultado dejaba sin ascenso a los blanquiazules.

A los tres minutos de la reanudación, llegaría el mazazo definitivo del Málaga con el tanto de Gorka Santamaría que obligaba a los malaguistas a anotar dos goles para conseguir el ascenso. 

Sólo ahí, con todo perdido, se pudo ver el corazón que tiene este equipo. Atenazado hasta ese momento y liberado en una segunda parte de la prórroga en la que no paró de buscar el gol.

Pellicer recurría incluso al jovencísimo marbellí Aarón Ochoa, que no habia jugado con el equipo desde abril y que sin minutos en todo el playoff emergería como salvador.

En el minuto 108 un disparo del juvenil, lo repelía el meta del Nástic y Dioni aprovechaba el rechace para marcar el 2-1. Quedaba aún tiempo para lograr un segundo tanto que significara el regreso a Segunda División.

No estaba por la labor la afición local que dejó unas imágenes para olvidar con lanzamiento de objetos continuos al conjunto blanquiazul. Tantos que incluso el colegiado ordenó la retirada de ambos equipos del terreno de juego.

Al regreso, los ánimos no se habían calmado pero ya había que terminar el duelo como fuera. El Málaga estaba volcado colgando balones al área local para lograr un gol que valía un ascenso.

Fue un tramo final sin sentido alguno, tanto que el meta malaguista Alfonso Herrero, ex del Marbella FC, vivió instalado en el área rival durante los últimos minutos del partido.

En una de estas, ya en el tiempo añadido de la prórroga, un despeje cayó en los pies de Víctor, que devolvió el balón al interior del área. Tras una cesión entre C. Puga y Roberto, Antoñito Cordero controló el balón y remató en el interior del área pequeña para poner el empate en el marcador.

Era el gol del ascenso que desataba la locura malaguista entre la afición malaguista en el campo catalán y en toda la provincia con el regreso a Segunda División de un Málaga que ha sabido sobreponerse a multitud de problemas extradeportivos pero que ha demostrado que sigue siendo uno de los grandes.

De esta manera, el conjunto blanquiazul sale de 1ªRFEF y no será rival del Marbella la próxima temporada. Ese ansiado derbi entre malaguistas y blanquillos tendrá que posponerse para más adelante y ojalá sea, como mínimo, en Segunda División.