La temporada 2012/2013 ha sido una de las más complicadas de estos últimos años. El equipo empezaba a trabajar en su tercera campaña consecutiva en Tercera División después de haber jugado una fase de ascenso en la que solo el Real Madrid C y unos polémicos arbitrajes le apartaron del ascenso a Segunda División B.
La directiva había vuelto a sufrir un cambio y ahora eran unos madrileños, encabezados por Enrique Martín, los que llevarían los designios de la entidad. El proyecto pasaba a ser más modesto que la temporada anterior, sin marcarse como objetivo el ascenso y con el cambio de muchos jugadores. Solo conitnuaban seis futbolistas: Marcos Ruiz, Morilla, Borjita, José, Arambarri y Riki Villena. Más tarde regresarían otros ex como Vidal, José Mari o Pibe.
Adrián Cervera y Rafael Ucles tuvieron que montar otro equipo competitivo, en principio con menos aspiraciones que la temporada pasada pero sin renunciar a nada. Llegaron a la plantilla jugadores consagrados como Añón (en su tercera etapa en el Marbella), Ador, Edu Chía, Fran o Cantizano. También firmarían jugadores con mucha proyección como Miguel Ángel, Álex Ruiz o Jona. Y jugadores recién salido de juveniles con mucho futuro como Jandro o Nereo.
El equipo comenzaba no muy bien la temporada con un empate en casa de un buen equipo muy fuerte como El Palo, al final campeón del grupo, y una derrota en casa ante el Atlético Malagueño. A partir de ahí una serie de buenos resultados ante Villacarrillo, Casino del Real, Vélez, Maracena y Estepona permitió al equipo soñar con entra de nuevo en fase de ascenso.
Este remate de Borjita ponía al equipo en segunda posición tras vencer al Estepona.
El Marbella marchaba en segunda posición en la séptima jornada y de nuevo comenzaba a ilusionar a la afición, parecía que los jugadores habían conseguido adaptarse rápidamente a las ideas del técnico y que de nuevo podría estar arriba. Sin embargo, todo era un espejismo. La directiva no estaba cumpliendo y los jugadores comenzaban a acumular meses sin cobrar.
Esta falta de cumplimiento de la directiva, que destituyó a Antonio Caro como director deportivo de la entidad para traer a un desconocido Alberto Moreno, que apenas pudo estar un par de meses en el cargo, las lesiones de hombres clave y por supuesto la marcha de varios futbolistas empezaba a mermar las posibilidades del equipo.
Lesiones importantes y primeras marchas de futbolistas
Añón, Arambarri y Adrián Romero eran los primeros en caer en graves lesiones. El desgobierno del club hizo que un problema en la rodilla del delantero no se tratara como era debido. El jugador trató de esquivar el quirófano y lo único que consiguió fue retrasar demasiado su regreso al equipos.
Tampoco tuvo suerte Borja Arambarri que en un entrenamiento chocaba con Edu Chía y se partía el hueso frontal. Muchos meses de recuperación tuvo que pasar el mediocentro para regresar a jugar al equipo. Adrián también estuvo varios meses entre algodones al no poder acudir al fisio y no recuperarse de unas molestias en el pubis. Mientras la directiva seguía sin pagar y Ador y Edu Chía hacían las maletas.
La situación se tornaba ingobernable, sin cobrar, sin jugadores y sin posibilidad de firmar a nadie, Cervera tuvo que tirar del juvenil para poder completar las convocatorias y en algunos partidos para poder alinear los once jugadores.
Antonio Caballero ha sido una de las buenas noticias del equipo esta temporada.
Antonio Caballero, Salvi, Chacón, Pepe del Río, Otero o Javi Arjona acuideron en varias ocasiones a la llamada del primer equipo. Sin duda, uno de los pocos momentos positivos de una complicada temporada. Sobre todo por la irrupción de Antonio Caballero, que ya no regresaría al juvenil.
Todos estos movimientos en la entidad provocaron una mala racha del conjunto marbellí que le mantuvo nueve partidos sin conocer la victoria y caer hasta el 14º puesto en la clasificación. Las opciones de ascenso ya se habían esfumado.
Más fugas de jugadores y primeros refuerzos
La situación seguía sin mejorar en el plano económico y otros jugadores como Álex Ruiz y Miguel Ángel también abandonarían la entidad. Tampoco continuaría en el equipo por motivos personales uno de los mejores de la temporada, Borjita.
Sin embargo, la cosa no pintaba mejor en otros equipos y llegaron algunos jugadores de la ciudad con la intención de ayudar y sabedores que tendrían muy difícil cobrar algo. Así, el equipo se reforzaba con José Mari, Vidal, Petelu y Chechu.
A todo esto en el plano extradeportivo, y tras la marcha de la directiva madrileña, comenzaron a sonar posibles inversores interesados en el Marbella. Fueron muchos meses de incertidumbre para que a principios de 2013 se confirmara la llegada del grupo ruso encabezado por Alexander Grinberg.
Alexander Grinber y parte de su grupo en el palco del Municipal.
La llegada de Grinberg, las nóminas y nuevos fichajes
El nuevo presidente llegaba con las nóminas atrasadas de prácticamente toda la temporada bajo un brazo y con los fichajes de Pibe, Loren, Adam, Tano Vela, Víctor Rueda y Alberto Montaño, bajo el otro.
Pese a la llegada de estos jugadores, los resultados no llegaron en seguida y las nuevas incoporaciones necesitaron de un pequeño periodo de adaptación. El equipo atravesó por otra mala racha de cinco partidos sin ganar y con algunos tropiezos muy sonados en casa.
En el tramo final de la temporada el Marbella conseguía mostrar una mejor cara al sumar seis partidos consecutivos sin perder y subiendo cuatro posiciones en los últimos partidos para acabar la campaña en el puesto 11º. La recuperación de Añón, Arambarri y Fran, que también pasó unos meses de baja por una fractura en la mandíbula fueron claves.
Pese a las dificultades por las que ha atravesado el equipo esta temporada, los de Cervera en ningún momento han pasado apuros ni han estado coqueteado con el descenso. La única incertidumbre que queda es saber si este equipo se podría haber mantenido en puestos de ascenso si no hubiera atravesado por tantos problemas.