Fallece Jaime Molina, el entrenador que cambió las calles por los balones

El fútbol local llora este lunes la pérdida de todo un referente en el trabajo de cantera como fue Jaime Molina de Prado.

Entrenador de centenares de jugadores locales, se le recordará por ser la persona que, en un momento muy complicado en la sociedad española, hizo que muchos cambiaran las calles por los balones.

En 1978, en pleno Mundial de Argentina, surgía en Marbella un equipo de fútbol, el CD Cultural Pilar Miraflores, y gran parte de culpa la tuvo Jaime Molina, quien desde su pollería en el barrio de Miraflores veía un descampañado en el que siempre jugaban los niños.

Así tomó la decisión de crear un equipo de fútbol que muchos chavales de aquella época recuerdan que fue fundamental para "sacarlos de las calles y que no tuvieran problemas con las drogas", decía, en un momento social difícil.

De gesto serio y un potente torrente de voz, quien haya estado bajo sus órdenes no olvidará los "gritos" con los que corregía posiciones en el campo o daba órdenes. Estricto, pero cercano y muy atento con los más pequeños.

Siempre preocupado por la formación, más allá del fútbol, y mucho más tierno de lo que podía aparentar por su rictus serio y su voz autoritaria, exigía a sus jugadores que obtuvieran buenos resultados académicos para poder seguir entrenando y jugando. 

Su huella en el fútbol local es muy profunda y han sido muchísimos los niños y jóvenes que han jugado y se han formado con él.

Tantos, que hace unos cuatro años, recibía un homenaje en un Estadio Municipal de Marbella que se quedó pequeño para acogerlos a todos.

En aquel acto reconocía que "es un honor y una satisfacción ver a tantos jugadores hechos unos hombres, cuando hace nada eráis unos micos".

Esta madrugada a la edad de 80 años se marchaba uno de los grandes entrenadores de la cantera marbellí que deja tras de sí un importante legado futbolístico.