La jueza Alejandra Alonso Grañeda ha dado la razón a la Unión Deportiva Marbella en la demanda que había presentado el ex mecenas Juanjo Pascual el 30 de julio de 2010 y en la que reclamaba al club el pago de 399.415 euros, más intereses y costas, en concepto de la aportación que había hecho en la temporada 2006-07.
La entidad blanquilla no tendrá que devolver esa cantidad ya que en la sentencia, a la que ha tenido acceso
Marbella24horas, se establece que no hubo ningún incumplimiento que se le pueda imputar en las obligaciones que asumió con Pascual durante la citada campaña, como sostenía el denunciante.
El ex mecenas se queda, por tanto, sin el dinero que pedía, y solo consigue que no se le impongan las costas del proceso. De todas formas, cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Málaga en el plazo de veinte días.
Pascual reclamó los 400.000 euros alegando que el club había incumplido el acuerdo de colaboración. La defensa del Marbella, que ha llevado el abogado Óscar Rueda, sostuvo que fue Pascual quien no hizo frente a todas sus responsabilidades ya que los gastos de esa temporada ascendieron a 867.890,76 euros, mientras que los ingresos fueron 378.807,31. De esta forma, Pascual dejó de abonar 89.668,45 euros al abandonar el proyecto.
Según se explica en la sentencia, la vinculación entre ambas partes provenía de un contrato que se firmó el 30 de agosto de 2006 entre Juanjo Pascual y el entonces presidente, Antonio Pérez Ramos. En ese documento se recogía como finalidad la de "ayudar a la consecución de los objetivos sociales, económicos y deportivos del club". También se fijaba un presupuesto de 603.000 euros.
En virtud del acuerdo, Pascual asumió todas las decisiones económicas y deportivas de la entidad encaminadas a buscar el ascenso a Segunda División y a la transformación en sociedad anónima deportiva (SAD), en la que tendría como mínimo el 51% de las acciones.
El pacto quedó roto el 9 de abril de 2007, sin la conversión en SAD ni tampoco el ascenso. La sentencia establece que el club no tuvo "ninguna responsabilidad en la no consecución de estos fines" ya que el primer objetivo no era posible al tener Pascual un paquete mayoritario de acciones del Salamanca e impedirlo la ley y el segundo, el ascenso, "era ajeno a las partes" ya que dependía de una competición deportiva.
Como consecuencia, la jueza sostiene que "no hubo incumplimiento imputable a la parte demandada de las obligaciones asumidas" en el acuerdo, por lo que "no puede accederse a la pretensión de la devolución de las aportaciones dinerarias".
Desde la Unión Deportiva Marbella se considera esta sentencia un aviso claro para todos aquellos que quieran "pescar" en las aguas de la nueva directiva rusa. El veredicto también supone un respiro para el nuevo proyecto de la entidad, ya que de haber sido en un sentido contrario podría haberlo puesto en duda.
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