La crisis sanitaria del coronavirus hizo saltar el mundo del deporte el pasado mes de marzo. En aquel momento, pocos podían pensar que la temporada 2019/20 no volvería a retomarse y que poco se iba a saber de la siguiente campaña a 25 de agosto.
La Real Federación Española de Fútbol optó por suspender la competición sin descensos, y llevó a cabo un playoff exprés que acabó con los ascensos al fútbol profesional de Cartagena, Logroñés, Castellón y Sabadell.
Dicha fase de ascenso concluyó el domingo 26 de julio y desde entonces poco, o nada, se sabe de la nueva temporada.
Al igual que el playoff A Segunda, también se disputaron el resto de fases de ascenso de otras categorías, que acabó con otros 22 equipos más en Segunda División B, a los que hay que añadir los cuatro descendidos de Segunda.
De esta manera, la temporada 2020/21 contará con 102 equipos que obligarán a reformar por completo la categoría. Desde la RFEF ya se informó de la intención de crear para la siguiente campaña una Segunda B Pro.
El modelo de competición que se llevará a cabo, a falta de confirmación oficial, es repartir los 102 equipos en cinco grupos, y dividir a la vez estos grupos en dos subgrupos de diez equipos -salvo dos de 11- cada uno.
Esta división se haría por cercanía territorial y permitiría a los equipos a aspirar a la Segunda B Pro.
Los cinco primeros de cada grupo pasarían automáticamente a jugar en la nueva categoría en la campaña 2021/22, mientras que el resto de equipos se mantendría en Segunda B, aunque a tres escalones de Primera División.
Asimismo, los tres primeros clasificados de cada grupo optarían al ascenso a Segunda División.
El planteamiento es revolucionario pero la falta de confirmación tanto del modelo de competición, como de la distribución de los equipos o la fecha de inicio de la misma traen de cabeza a los equipos de Segunda B, que ya trabajan sin tener siquiera claro cuando podrán volver a jugar.
Los rebrotes que está habiendo por culpa del coronavirus por toda España tampoco ayudan a que se cierre una fecha.
Tras descartar el primer fin de semana de octubre, desde la semana pasada, la RFEF ha deslizado a los clubes que podrían comenzar a jugar el 17-18 de octubre, pero sin ninguna confirmación.
Lo cierto es que hay equipos que llevan entrenando desde principios de agosto y que vivirán la pretemporada más larga de su historia.
Los clubes quieren que la Federación arroje luz cuanto antes a esta incertidumbre para poder trabajar, y prepararse, de la mejor forma posible.
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