Al final, como era lo lógico, el
nuevo estadio de Marbella, aún por construir, no será sede del próximo Mundial de fútbol, ni tan siquiera subsede.
En julio de 2022, el entonces concejal de Deportes,
Manuel Cardeña, deslizó la idea de que el municipio acogiera partidos del Campeonato del Mundo.
"Si todo va bien, para antes de 2030 tendremos hecho nuestro estadio, que será uno de los más nuevos y, por qué no, intentar
junto con Málaga ser sede, que la candidatura fuese conjunta, nosotros ya se lo hemos ofrecido a Málaga", dijo hace dos años el edil.
La idea era tan descabellada que, con el paso del tiempo, se fue rebajando a la posibilidad de que
el estadio fuera subsede.
La última vez que se planteó esta posibilidad fue hace no mucho, el pasado
mes de abril, en boca de la alcaldesa,
Ángeles Muñoz, durante la presentación del nuevo proyecto para el estadio.
Ahí se volvió a decir que la nueva instalación optaría a ser subsede del Mundial que van a organizar España, Portugal y Marruecos.
Este viernes se ha hecho
oficial la lista de sedes que plantea la Federación Española y que son once, entre las que se encuentra el estadio de La Rosaleda de Málaga.
También se han propuesto
45 subsedes o TeamBase Camps, según denomina la FIFA, y ahí sí aparece Marbella, pero con instalaciones privadas.
En la provincia de Málaga se proponen los campos de
Marbella Football Center y los de Estepona Football Center.
La mayor parte de estas subsedes son ciudades deportivas o zonas de entrenamiento, aunque también hay
algunos estadios como El Toralín de Ponferrada y el Romano de Mérida.
La FIFA debe evaluar ahora todas estas instalaciones y seleccionar las definitivas entre las que, finalmente, serán las selecciones participantes las que elijan.
Lo normal es que en Marbella, si pasa la supervisión, puedan entrenarse conjuntos que jueguen sus partidos en Málaga, algo que todavía no está decidido porque ni siquiera se ha jugado la fase de clasificación para el Mundial.