Siete jornadas ha durado la etapa de Miguel Álvarez al frente del Marbella FC. En ningún momento ha tenido el respaldo del vestuario y, tras sumar el equipo solo cinco puntos, al final ha sido destituido después de que él mismo
abriera la puerta el domingo.
"Ya dije tras el partido en Extremadura que si yo era el culpable, que estaban liberados, he estado esperando a que me dijeran algo", ha señalado Álvarez tras reunise esta mañana con Grinberg y conocer que estaba destituido.
Quedan tres jornadas para el final de liga y el máximo mandatario ha tomado el timón y ha optado por el cambio en el banquillo.
"Desde la dirección deportiva me decína que confiaban en mí, que me querían como entrenador para el próximo año, incluso el lunes estuve trabajando y ahora, de golpe y porrazo, me rescinden. Que contacten con mi representante y no hay más historias", ha dicho a los medios.
Álvarez se marcha molesto. "Yo creo que estaba haciendo un buen trabajo, pero ahora me dicen que la dirección deportiva la asume otra persona y que tienen que tomar decisiones, me parece justo, lo respeto", ha dicho.
"Me siento bastante defraudado, desde el primer día todo ha sido muy difícil, con expulsiones y cosas raras", ha dicho. Aún así, ha señalado que hubo una buena época en la que "parecía que habíamos conseguido enderezar la situación con mucho trabajo".
Partido contra el Murcia
Pero el punto de inflexión lo sitúa en el último minuto del partido ante el Real Murcia con el penalti de Nico Delmonte. "A partir de ahí no sé qué ha pasado, algo raro, hasta el minuto 90 estábamos con viento a favor, pero luego todo ha ido en contra", ha explicado.
"Estoy defraudado conmigo, los demás allá cada uno con su conciencia, la mía la tengo muy tranquila", ha dicho Álvarez. "Yo sé cómo he trabajado, no he podido dar más, lo he dejado todo".
Preguntado sobre si se marchaba defraudado con la plantilla ha dicho que "deportivamente sí porque hay para hacer más cosas".
Álvarez estuvo entrenando el lunes, ratificado por Pandalone. "El objetivo era cambiar la dinámica, convencer a los jugadores de ganar al Villanovense y que había opciones, si no de promoción, al menos de Copa del Rey", ha dicho.
"Yo estaba convencido, pero cuando estás en un colectivo, tenemos que querer todos, si no, se hace más difícil", ha dicho.
En sus palabras se intuían algunas alusiones a la plantilla, aunque preguntado directamente no ha querido opinar. "No quiero hablar del vestuario", ha dicho.
Y ha cerrado sus palabras de despedida señalando que "ha sido de locos desde el primer momento, con penaltis y muchas historias". "Si con mi marcha la gente hace las cosas, yo estaré contento porque quiero lo mejor para el Marbella", ha concluido.
Noticias relacionadas:
- Raffaele Pandalone abandona la dirección deportiva del Marbella FC