Una treintena de clubes solicitan a la RFEF la creación de la Segunda B Pro

Desde hace años se especula con la necesidad de que la Segunda División B, categoría en la que militan ahora 80 clubes, algunos capaces de reunir a 10.000 espectadores cada 15 días en su campo, se profesionalice.

El parón que ha sufrido la competición por la crisis del coronavirus puede ser el punto de inflexión para que la actual organización del fútbol semi-profesional de un paso al frente.

La incertidumbre en los clubes es máxima y hay muchas dudas, y preocupaciones, sobre cómo será este final de temporada. Aún no se sabe cuándo se podrá regresar a los entrenamientos y mucho menos cuándo se terminará la competición y si se podrá hacer sobre el césped.

Es por ello, que este lunes cerca de una treintena de clubes de Segunda División B han mandado un escrito a la RFEF planteándole su propuesta para que la categoría dé el paso definitivo hacia la profesionalización. La idea pasa por crear una Segunda B Pro, categoría intermedia entre la actual Segunda División y la Segunda División B.

La idea que han trasladado los clubes es de crear una categoría con 40 equipos, distribuidos en dos grupos de 20 (norte y sur). Estos 40 equipos serían los cuatro descendidos de Segunda, los 12 equipos que no logren ascender esta temporada y los clasificados entre la quinta y décima posición de los cuatro grupos actuales.

Esta nueva categoría apostaría por la tan demandado profesionalización con 23 fichas, todas dadas de alta en la seguridad social, y contando con un mayor reparto económico de las televisiones. Además para darle seguridad a todos los clubes se apuesta por llevar a cabo un exhausto control financiero de las entidades.

En cuanto al funcionamiento de la competición, los dos equipos campeones de grupo ascenderían a Segunda División, mientras que los segundos y terceros jugarían un playoff para las otras dos plazas de ascenso. Los cuatro últimos clasificados de cada grupo perderían la categoría.

De momento es una prouesta, pero cuenta con el respaldo de un buen número de clubes de Segunda B, por lo que ahora está en manos de la Federación decidir si seguir con su plan de jugar los playoffs y anular los decensos esta temporada, con el perjuicio de tener la próxima campaña grupos más grandes, o apostar por esta nueva fórmula.