Al grito de "Guadalpín no se cierra", trabajadores del hotel han realizado esta mañana
una protesta en Málaga a las puertas de las oficinas de la consultora PWC, que lleva la administración concursal y junto al Juzgado de lo Mercantil nº 1.
Es la primera acción que han tomado ante la decisión de la jueza de ordenar
un nuevo lanzamiento de parte de las instalaciones del hotel para este jueves, 11 de julio.
Tras permitir el pasado octubre la completa explotación hotelera, ahora ha decidido que
se devuelvan las zonas que son propiedad de SPV Spain Project 17 SLU y Caja Rural de Granada SCC.
Esto haría inviable de nuevo la continuidad del hotel, lo que pone en peligro los puestos de trabajo.
"Esto es
una tropelía", han gritado esta mañana los empleados del establecimiento en Málaga.
Y han pedido a la jueza María Jesús del Pilar que "pare" el lanzamiento. "Acepte las
medidas cautelares, por favor", le han reclamado.
Ha habido más referencias a la magistrada a través de un megáfono: "su señoría, es el momento de que sea valiente y nos ayude como siempre".
"Somos
180 familias que le pedimos medidas cautelares para mañana, el auto no dice que se cierre, solo que les demos lo que les pertenece, sabemos que no es nuestro, lo único que tenemos es el puesto de trabajo", han añadido.
Y han insistido durante la protesta: "solo
queremos trabajar, por favor, mantener nuestros puestos de trabajo, no al cierre del Guadalpín".
El problema, sobre todo de índole laboral, se ha reabierto cuando parecía cerrado con el auto del pasado mes de octubre.
Otra vez hay
una orden de desalojo de ciertas zonas del hotel, que tiene una compleja estructura ya que los terrenos pertenecen a distintos propietarios.
La empresa explotadora, Grisoma Hotelera SL, ha solicitado ante el juzgado medidas cautelares y que se paralice el lanzamiento de este jueves.
En julio de 2023 se cerraron las terrazas, que se estaban utilizando como comedores, y las cocinas, zonas que se recuperaron en octubre y que ahora vuelven a estar en entredicho, amenazando el futuro del hotel.
El hotel se encuentra en un concurso de acreedores desde 2009 y en los últimos años se ha visto afectado por el conflicto entre Grisoma y algunos de los propietarios de parcelas donde se asienta el hotel.
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