El pregón ha reunido a la Marbella cofrade con la presencia del consiliario, José López Solórzano, del presidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Belón, de los hermanos mayores, juntas de gobierno, autoridades municipales y público en general, y el acompañamiento de la Banda Municipal de Música, que interpretó varias marchas, entre ellas la Coronación, con la que se abrió el acto.
La presentación del pregonero ha corrido a cargo de Federico Vallés Segarra, antiguo hermano mayor de La Pollinica y actual miembro de su junta de gobierno. En su introducción, ha definido a Antonio Espada como "un ejemplo de lo que es un cofrade, un hombre de fe, que se estremece por Nuestro Padre Jesús y por su Madre María, en cualquier de sus advocaciones"".
Vallés también recordó los lazos que le unen al pregonero, al que calificó como un "hermano" ya que "en calidad de padre compartimos en gran manera al mío, a José Manuel, su maestro, su amigo, su padre".
Tras fundirse ambos en un abrazo, Antonio Espada, cofrade de la Columna, ofreció su pregón, de prácticamente 45 minutos de discurso y que contó con la colaboración musical de la Banda Municipal.
Espada comenzó defendiendo la labor de los cofrades. "No podemos tener complejos de ser cristianos, de creer en Dios", dijo, y resaltó que "las hermandades y cofradías tienen un papel fundamental en la sociedad, su labor callada es digna de admiración".
Federico Vallés, Antonio Espada y Antonio Belón. (Foto: J.C.A.)
Explicó que el trabajo cofrade se realiza durante todo el año para "mantener viva la llama de la fe y ayudar a los demás" y añadió que "gran parte de nuestros presupuestos son destinados a obras de caridad. Gracias a la Iglesia y a través de Cáritas muchas personas están recibiendo ayuda".
Después fue recordando distintas vivencias de la Semana Santa de Marbella, como las tertulias en el restaurante Mena, en las que participaban José Manuel Vallés, Antonio Vega, Paco Gamito, Rafael Romero y Paco Cámara, entre otros.
Subrayó la evolución que ha vivido esta celebración, desde los primeros tiempos de La Columna, con "un trono antiguo cedido por la Cofradía del Nazareno, las imágenes y una deuda de 60.000 pesetas de túnicas". "Eran otros tiempos, afortunadamente la vida ha cambiado", añadió.
Hoy en día, destacó, existen imágenes "magníficas" de escultores de la talla de Miñarro, Álvarez Duarte, Rivera, Dueñas o Juan Carlos García, y pidió que se cuide este patrimonio porque "tenemos que cederlo a los que vienen detrás".
"Tenemos que hacer que nuestros hijos pertenezcan a las Cofradías, que vivan desde niños la Semana Santa", dijo mirando al futuro, y también se volvió hacia el pasado para rememorar sus primeros recuerdos. "El miedo no me dejaba preguntar, un hombre muerto y una mujer vestida de negro y muchas personas arrastrando grandes colas negras, pero con el tiempo aprendí que era el Santo Entierro y la Virgen de la Soledad".
Para concluir el pregón, fue haciendo un extenso relato de los días de procesión, desde el Domingo de Ramos al de Resurreción, pasando por todas las hermandades. La Pollinica como "semillero de cofrades", el Lunes Santo en el Barrio Alto, Santa Marta y su vinculación con la hostelería, el Nazareno, el Calvario, la Virgen de la Soledad y el Resucitado.
Para terminar la noche, se procedió a la bendición del estandarte del Cristo Resucitado, con una pintura de Germán Borrachero.
La Banda Municipal de Música acompañó el acto con sus marchas procesionales. (Foto: J.C.A.)