La parcela de más de 2.200 metros cuadrados se integrará en el entorno, conectando el paseo marítimo con la avenida Antonio Belón, y se dotará al recinto de dependencias municipales, un aula del mar y amplios jardines.
La regidora ha visitado hoy las actuaciones, a las que se destina una inversión de un millón de euros, financiada por la
Diputación de Málaga.
En concreto, son
989.405,61 euros de un contrato adjudicado en concurso público a la empresa sevillana
Aguas, Caminos y Puentes S.L.
El faro seguirá operativo y en la parcela se va a disponer una zona de casi 1.700 metros cuadrados de jardines, con especies arbustivas y con árboles de mucho porte.
Con estas actuaciones se elimina
la barrera visual, se une a las terrazas del Puerto Deportivo, y además, va a permitir tener unos 500 metros cuadrados de dependencias municipales, tanto para la Delegación de Medio Ambienta como para Aula del Mar.
La primera edil ha recordado que el Consistorio cuenta con la cesión del uso de los inmuebles del Faro, oficializada por parte de la Autoridad Portuaria de Málaga.
"Al no ser nuestra la titularidad, tuvimos que solicitar una concesión”, ha señalado Muñoz.
Seis años de promesas
El expediente para logar la cesión del Faro de Marbella se inició en 2016 durante la etapa de
José Bernal como alcalde, con Paulino Plata al frente de la Autoridad Portuaria de Málaga.
Se hizo una vez que se desestimaron las ofertas de uso hotelero, dentro del proyecto que entonces impulsó el
Gobierno de Rajoy en toda España para intentar privatizar estas instalaciones.
Tras el regreso del PP en 2017, comenzaron seis años de promesas desde que, en
agosto de 2018, el entonces concejal de Medio Ambiente,
Manuel Cardeña, dijera que tras ese verano se iban a licitar las obras para destinar el Faro a uso público.
Aseguró, incluso, que se iban a invertir
400.000 euros, que estaban ya previstos en los presupuestos municipales.
Todo mentira, porque las instalaciones aún no eran de titularidad municipal y nada se podía hacer, salvo mentir, una vez más, a la ciudadanía.
En junio de 2019, el Pleno aprobó el
gasto anual que iba a tener el recinto para las arcas públicas, que ascendía a cerca de
90.000 euros, incluyendo el canon y las facturas de electricidad y agua.
Entonces se acordó que el Ayuntamiento debía pagar a la Autoridad Portuaria
un canon de 54.555,24 euros cada año, suma de la de ocupación (45.462,70) y la de actividad (9.092,54).
A esta cantidad se añadiría también cada año el gasto en
electricidad, cifrado en 19.285,44 euros, y en
agua, 12.604,44 euros.
Pero no fue hasta los
primeros meses de 2020 cuando se cerró el expediente para la cesión, que se formalizó con un acto público el
15 de julio de 2020.
En la presentación de los presupuestos municipales para 2022, Ángeles Muñoz citó la rehabilitación del Faro como uno de los objetivos.
Al final, las obras comienzan en 2024 y pagadas por la Diputación de Málaga.