La incompetencia de la
concejala de Fiestas de Marbella está alcanzando niveles difíciles de superar y eso que solo ha pasado un año al frente de la Delegación.
Pese a ese corto periodo, no es una debutante, ya que lleva mucho tiempo en esta área del Ayuntamiento y en el pasado mandado fue asesora coordinadora.
Ya en plenos anteriores ha sido habitual traer
facturas atrasadas, que no se podían pagar porque los eventos se organizaron sin contrato.
Argumentaba sin pudor que no daba tiempo a cumplir la ley, pese a que se trata de celebraciones que cada año caen
en las mismas fechas, lo que no da pie a que haya que improvisar.
Pero esa forma de gestionar la Delegación de Fiestas alcanzó su punto culminante en el pleno del pasado viernes cuando se llevaron
22 facturas por un importe total de
522.931,70 euros.
En una
decisión política, el equipo de gobierno del PP tuvo que levantar los
reparos que pone el interventor y aprobar lo que se denomina reconocimientos extrajudiciales de crédito para abonar ese importe.
Es decir, estamos ante eventos que se han tramitado de
forma irregular, por lo que no se pueden aplicar las partidas presupuestarias para pagarlos y hay que recurrir a operaciones especiales.
Esas más de dos decenas de facturas correspondían a
Halloween, fiestas y actividades de
Navidad y a las cabalgatas de
Reyes Magos.
Fueron eventos que se organizaron sin seguir el procedimiento establecido en la ley para este tipo de contrataciones, mediante
acuerdos verbales, que están totalmente prohibidos para una administración pública.
Son formas que recuerdan a épocas de triste recuerdo en el Ayuntamiento y que parecen haber vuelto con esta concejala, que campa a sus anchas y a la que sus compañeros corean como si fuera una heroína.
Incluso, en el pasado pleno se permitió el lujo de decir "soy una crack" después de presentar estas 22 facturas fruto de contrataciones irregulares desde la Delegación de Fiestas.
Desde el PSOE pidieron
su dimisión, ante la nefasta gestión, mientras que en OSP le recordaron que estas cosas no pasaban cuando era cargo de confianza.
Ella justificó que había que realizar los eventos y quitó importancia a no seguir el procedimiento establecido para realizar las contrataciones.
Yolanda Marín está dejando pequeño al anterior concejal de Deportes,
Manuel Cardeña, todo un 'experto' en realizar c
ontrataciones verbales, prohibidas por ley.
Incluso, en este mismo pleno, se aprobó una factura de su etapa, por 19.350 euros, pendiente de abonar a una empresa desde junio de 2023 con motivo del World Padel Tour.
Son innumerables los informes tanto de los habilitados nacionales como de la asesoría jurídica del Ayuntamiento instando a que "se eviten a toda costa" este tipo de situaciones, pero lo cierto es que siguen y siguen repitiéndose.
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