Cuatro miembros de la iniciativa ciudadana "Ni un metro de Marbella y San Pedro para otra población" han comparecido, por primera vez desde que se crease este grupo, ante los medios de comunicación para aportar documentación y explicar los motivos de su rechazo a una operación que supondría la pérdida para Marbella de 170.000 metros cuadrados.
José Manuel Beltrán, Carola Herrero, Cristina Falkenberg y Fabiola Mora ha protagonizado una larga rueda de prensa en la que han mostrado una gran cantidad de documentación para fundamentar su posicionamiento.
Han declinado moverse por motivos políticos y alguno de ellos ha reconocido, incluso, ser votante del PP. "No encontramos justificación lógica para los ciudadanos", han dicho sobre los términos en los que se plantea la alteración de términos municipales.
"Actuamos en defensa legítima de los intereses de los vecinos del municipio", ha señalado Beltrán, el primero en intervenir, quien ha recordado que desde el pasado miércoles se encuentra abierto el periodo de exposición pública y alegaciones al expediente de deslinde.
Uno de los aspectos más novedosos de esta comperencia ha sido la información que han facilitado ante lo que podría ser un escenario en el que se estaría preparando un segundo movimiento de lindes con Benahavís.
Así, han detectado otra zona de terreno perteneciente a Marbella, en los lugares llamados Real de la Quinta y Casablanca, continuas a El Madroñal, fincas que estarían inscritas en el catastro como si fueran de Benahavís, originando una situacion de hecho.
"Albergamos la razonable sospecha de que podemos estar ante dos alteraciones de lindes, que podrían afectar a cerca de 500.000 metros cuadrados de suelo rústico de Marbella", explicaron.
Esa sería una segunda posibilidad, aunque la que ya está totalmente clara es la que ha sido objeto de polémica desde hace años, en Vega del Jaque, sobre la que han ofrecido muchos argumentos.
Lindes de 1873
Este movimiento ciudadano insiste en que las lindes entre Marbella y Benahavís se fijaron en 1873 y que desde entonces no se han movido, algo que competería a la Junta de Andalucía y no a ningún plan urbanístico.
Recuerdan que en el municipio marbellí los terrenos afectados son rústicos, mientras que en el vecino sería urbanizables, y que en la zona "tiene intereses la alcaldesa". "El cambio urbanístico supondría un "pelotazo" que consideran podría alcanzar los 30 millones de euros.
Sostienen también que el actual expediente objeto de tanta polémica lo inició la propia Ángeles Muñoz cuando era teniente de alcalde de Benahavís. "Su marido era el presidente de la Junta de Compensación promotora de la zona que se quiere regalar a Benahavís", explicó José Manuel Beltrán.
La arquitecta Carola Herrero hizo un extenso desglose de toda la documentación que tienen en su poder, desde el deslinde histórico de 1873 hasta el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2010. "Es curioso que el interés siempre en este asunto ha sido del Ayuntamiento de Marbella, que es el que pierde terreno", señaló.
El movimiento va a llevar a cabo una serie de actuaciones, que detalló Cristina Falkenberg. Habló de solicitar la corrección en el catastro de las fincas de Marbella inscritas en Benahavís, que se vuelvan a colocar los mojones que marcan las lindes y la recusación de la alcaldesa en todo lo relacionado con este asunto.
También señaló que harán un escrito de alegaciones "en defensa de los intereses de Marbella" y criticó el "confuso" informe del Secretario municipal, contra el que podrían emprender acciones legales. Además, reclamarán que el expediente se exponga al público en Marbella.
Por último, Fabiola Mora hizo un llamamiento a la ciudadanía para que presente alegaciones "en defensa de unos terrenos que nos pertenecen".
Toda la documentación de que disponen está accesible para cualquier vecino en un
blog que han creado.