La decisión, adoptada por
unanimidad por parte del jurado popular, se ha conocido este miércoles, casi dos años después del crimen.
Se considera culpable de asesinato al
autor confeso de matar, mutilar y arrojar al mar el cuerpo de su expareja, Natalia, una mujer colombiana de 46 años.
Además, se le condena por un delito de
quebrantamiento de la orden de alejamiento después de que lo denunciara por maltratos.
El tribunal sostiene que se trató de un
crimen premeditado, en contra de la versión del acusado de que fue algo impulsivo.
También se establece que hubo
ensañamiento y alevosía, aunque se le aprecia el atenuante de que había confesado los hechos tras su detención.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular que ejerce la familia de la víctima ha acordado solicitar una pena de
19 años de prisión por el asesinato y seis meses por el quebrantamiento.
Ahora será el tribunal el que dicte la sentencia e imponga la pena la condena.
Apareció un cuerpo
El domingo
8 de enero de 2023 apareció en la playa de Las Cañas de Marbella el cadáver de un mujer sin cabeza ni manos y abierto en canal.
Tras difundirse por WhatsApp varios vídeos con las imágenes del cuerpo, familiares de Natalia, una mujer de 46 años y nacionalidad colombiana que estaba desaparecida y víctima de violencia de género, creyeron reconocerla.
Por ello, acudieron a Comisaria y presentaron una denuncia, por lo que la Policía Nacional procedió a
localizar a su expareja.
La familia expuso que la desaparecida
había recibido amenazas días atrás por su expareja sentimental, que había quebrantando las medidas cautelares dictadas por la autoridad judicial tras su detención a mediados de diciembre por malos tratos.
La madrugada del 9 de enero, la Policía Nacional estableció un dispositivo y
lo detuvo a primera hora de la mañana por su presunta implicación, inicialmente, por un delito de quebrantamiento de condena.
Igualmente, efectuaron registros domiciliarios en Marbella, uno en la casa del sospechoso y otro en la vivienda de la mujer, interviniéndose diversos efectos de interés para la investigación.
La mujer y el detenido habían mantenido
una relación sentimental de unos cinco meses de duración y a finales del mes de noviembre ella decidió poner fin a la misma, fecha en la que comenzaron los problemas.
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